miércoles, 19 de junio de 2013

AZ de la maternidad. Con G de Genes

Como sabrás a estas alturas del carnaval de Trimadre a los 30 (y uno) tengo dos hijas, una que llegó tras un embarazo físico y otra que llegó tras un "embarazo" burocrático. Una que llevé en la tripa nueve meses y otra que llevé en el corazón dos años y medio. Gracias Purple Prose por recordarme la frase ;-)

                            

Obviamente una de mis hijas lleva mis genes y la otra no. Sobre la primera, me dicen constantemente que se parece a mí, aunque yo la veo que se parece más a su padre. Sólo conozco a dos personas más que piensan como yo. Mi madre y la tía de una amiga. Sobre la segunda...al principio de llegar de Etiopía hubo personas que nos dijeron que nos traía un aire a nosotros. No sé si es cuestión de amor o qué, el caso es que yo le vi en alguna foto un ligero parecido. Y lo más sorprendente, es que a todos los amigos con hijos etíopes que tengo, les encuentro parecido con alguno de sus padres. ¿Será que casan las fotos de unos y otros antes de la asignación? Jejeje, estaría bueno. No, será lo otro, que el amor es ciego.

Lo que no sabía es que para los niños es tan importante parecerse a sus padres. Siempre me he sentido orgullosa de parecerme a mi padre. Nunca me había planteado que hubiera pasado si hubiera nacido como mi hermano, rubio y de ojos azules, sin parecido alguno con nuestros progenitores. Y es ahora, con mi segunda maternidad, cuando me he dado cuenta de lo que significa para un niño adoptivo el no tener los genes de su familia. Tiene los genes de su familia anterior, la de origen. Que la mayoría de las veces no tenemos ni idea de cómo son.

Mi hija negra, ya lo conté hace unas semanas, quiere ser blanca. Y no es simplemente porque se siente distinta a todos los de su alrededor. Es porque quiere parecerse a su madre y a su padre y a su hermana. Quiere tener el pelo rubio como yo (de bote, sí, lo reconozco) y liso, "para moverlo". Y no porque su pelo sea difícil de peinar y le haga un poco de daño a veces, sino porque quiere ser como mamá, y que la gente por la calle le diga, "cómo te pareces a mamá" o me diga "cómo se parece tu hija a ti", "es una mini-tú". Que es lo que escucha constantemente decir sobre su hermana. Sé que nadie lo dice a sabiendas de lo que ella pueda sentir y si alguno de quienes lo dicen lo supieran, lo dirían menos, no lo harían o dirían algo así como " y tú tienes la misma mirada de mamá" o "los gestos de papá".

que conste que no es una queja, es una simple crónica de lo que pasa. La niña tampoco puede estar entre algodones, las cosas como son. Ni quiero que nadie tenga miedo a decirle cosas por si voy a llegar yo a ponerle verde en el blog, jejeje. En serio, no me gustaría que esto se viera como una crítica o una clase de cómo tratar a los niños adoptados. Es sólo un post sobre lo que me inspira la palabra genes desde que soy madre, sin más.

De vez en cuando, como quien no quiere la cosa, le digo que se parece a uno de nosotros, en que le gusta escribir o dibujar, por ejemplo, en que adora el chocolate o es muy cariñosa como su hermana.

Es imposible que tenga mis genes y que físicamente haya heredado cosas de nosotros. Aunque confío en que herede nuestros valores y nuestras "cosas de familia".

Y como aprendí el otro día de una admirada bloguera mía, que dice que no sabe sin saber lo mucho que sabe, cada una de mis hijas, por mucho o poco que se parezca a nosotros, tiene sus propios rasgos diferenciales que las hacen únicas y distintas a su origen. Y en ello reside su belleza. La belleza de nuestros hijos. Y la riqueza de la humanidad.



28 comentarios:

  1. No te preocupes, se entiende perfectamente lo que quieres decir...me ha parecido muy tierno la verdad...

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  2. ciertamente para los niños es muy importante, pero también es cierto que en cada familia hay una especie de cultura que allí si que no se escapa nadie jejeje aunque no tenga los mismo genes las familias comparten tanto que terminan pareciendose, en gestos, en actitudes y eso hace que también físicamente, es solo cuestión de tiempo y paciencia.
    besos, excelente post
    @mamiandbaby

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    1. Gracias Ana Rosa, sí tienes toda la razón, es como lo de que los perros se parecen a sus dueños, jejeje. Quienes conviven se acaban pareciendo.

      Un beso y gracias por comentar.

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  3. he llevado cursos de genética en la carrera y aseguro q esto es una ruleta! mis sobrinos son TAN distintos q imagina q a los 3 pequeños les decimos "los reyes magos" pq hay uno de cada color! Ya les he dicho q los hace realmente especiales es esa tía GENIAL y de pelo raro q tienen! jajaja XD


    p.d. gracias por la mención pero te falta una P! Pero no pasa nada... un día me llamaron Pulpo Rosa!!! XD

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    1. Jajaja, los reyes magos, que gracia. Claro que sí, su tía es lo mejor. Y perdona otra vez por el fallo con tu nombre, cómo es el cerebro que yo siempre leía Purple Rose.

      Un beso!

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  4. Es curioso porque a mi también me han dicho en alguna ocasión que Samuel se parece a mi...
    Otras veces yo misma he tenído la impresión de que parejas que llevan mucho tiempo juntas terminan teniendo rasgos faciales que recuerdan el uno al otro. Es posible, creo que así es, que el entorno module no solo nuestra conducta sino también nuestro aspecto físico, por los gestos, la tendencia a reir o llorar, la manera de abrir o cerrar los ojos, de asombrarse por las cosas...Con los hijos adoptivos -y también con los biológicos claro- algo de eso hay, aunque en el caso de nuestros hijos los rasgos raciales sean mucho más evidentes.

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    1. Yo le veo un airea ti, igual que a Irene con su niño ;-) hay parejas de parecido asombroso como Alejandra Prat y su marido, jejeje, parecen hermanos.

      Un beso Cristina, gracias por pasarte.

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  5. Quizá no lleva vuestros genes, eso es evidente, pero si tendrá otras cosas como tú, ya que se lo transmites en cada mirada, palabra, acción, abrazo, etc.

    Un abrazo.

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    1. Está claro que sí, por eso de vez en cuando le digo cosas como "mira, hablas como papá" o "te pareces a mí porque te gusta tanto el chocolate".

      Un abrazo Moi, gracias por venir.

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  6. Ay Bego... preciosa y aleccionadora entrada... la belleza de nuestros hijos reside en esos rasgos que los hacen únicos e irrepetibles... como siempre, me dejás emocionada y con una gran sonrisa de oreja a oreja...

    Gracias...

    Besote enorme, más que gigante.

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    1. Creo que tienes razón, incluso, más allá, creo que la belleza de cada uno de nosotros está en esa parte única e irrepetible. Hay que descubrirla en cada uno para vivir en armonía ;-)

      Gracias a ti! Besosss

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  7. Maravilloso. El final... Una verdad templaria. Te diré que a mí los genes me molestan. Yo quiero parecerme a todas y cada una de las personas que me han acompañado en mi vida, esas que te "calan" hondo y dejan huella en ti... Pasadas, presentes y futuras.

    A mí me dicen que me parezco a mi madre, que es un bellezón de mujer... Y no es lo que más me llena escuchar. A mí lo que me gusta es cuando SantoVarón me dice que levanto el dedo como hacia mi abuelo materno, que levanto las cejas con la misma expresión de enfado que mi abuela materna, que tengo la misma capacidad de entrega y cariño que vi en mi otros abuelos...

    Qué te puedo decir yo, que hablo cada día de OHANA y se me encoge el corazón de orgullo cuando me comparan con mi gemela 2.0.?

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    1. ;-)) Qué chulo Nieves, me encanta lo que dices de tus abuelos.

      Bueno, en general me gusta todo tu comentario XD.

      A mí también me gustaría parecerme un poco a cada una de las personas que admiro, como tú por ejemplo.

      Un besazo

      Qué contenta responder hoy a tantos comentarios tuyos, aunque este es de hace tiempo ya.

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  8. Aunque no sea genéticamente, pero los niños se parecen a los padres en muchas más cosas. Mi hijo mayor es un calco de su padre, pero, por suerte, sólo físicamente, el resto, es mío, es lo que de mi ha aprendido, lo que ve en casa. Mi hija pequeña, también se parece a su padre, y entre ella y su hermano, no podían ser más distintos, son de padres diferentes. Y en el físico, a mi no se parecen. Pero en el resto sí. Y eso es tanto o más importante que loa genes, el ambiente que les cría, su familia, y tu hija tiene la suerte de tener una muy grande y especial!!!!

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    1. Gracias Diana!

      Supongo que ella lo irá comprendiendo con el tiempo, que lo más importante no es genético, sólo para temas de salud y demás.

      Tu niña es muy bonita, por cierto, ya te lo he dicho, no me importa repetirme con esto.

      Un beso!

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  9. ¡Qué hermosas las frases del cierre! Me han gustado mucho,bueno, me ha gustado todo el post, como siempre, ya sabes que soy asidua a tus publicaciones. Mientras más vivo más me convenzo de que los seres humanos somos super distintos unos de otros, fíjate que yo de niña odiaba (que fea esa palabra) que me dijeran que era la mini de mamá. Todavía hay gente que me lo dice, y sí es verdad que nos parecemos mucho, pero en la cara no tanto. En fin, yo quería ser diferente, única y no el mini yo de nadie, ya te imaginrás lo jodida que fui en la adolescencia, pobre de mi madre... jeje.

    Un abrazo :)

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    1. Fíjate, en cambio a mi hija mayor le encanta que le digan que se parece a mí, jajaja. Será que me admira todavía...

      Es genial que quisieras ser única, yo creo que lo eres ;-)

      Un abrazo!

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  10. Me encanta! ! Segun pasa el tiempo se parecera a vosotros, como tu dices la niña cogera gestos vuestros y sin duda la educacion sera toda vuestra.

    Un beso!

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  11. ¿No te has dado cuenta que cuando una pareja lleva años de matrimonio hasta se parecen físicamente y eso que no tienen nexos sanguíneos? Pues yo creo que así sucederá con tu hija menor, yo no lo dudo, no cambiará su tono de piel ni el cabello pero quizás habrá cosas en las que pueda parecerse a ustedes. ¿Recuerdas que una vez te conté sobre mi tío adoptado? Pues el también es moreno y mis otros tíos y mi mamá son bastante blancos. El fue uno más sin importar de donde venía, el físico pasó siempre a segundo plano. Tu historia me recuerda mucho a mi abuela!! Abrazos...

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    1. Sí me acuerdo de la historia. En realidad a veces ni me doy cuenta de que mi hija es negra...es ella la que se da cuenta y a la que le importa y a la que tengo que hacer que no le importe. Trabajo y perseverancia ;-)

      Un beso, gracias por el comment.

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  12. Físicamente no tendrá vuestros genes, pero sí tendrá los mismos comportamientos, mismas expresiones, y cuando sea madre, seguro que tiene comportamientos como los tuyos (yo tengo algunos como los de mi madre) y eso no es por tener o no la misma sangre, sino porque ha crecido y se ha criado con vosotros, porque le habéis enseñado todas esas cosas.

    Me ha gustado mucho tu entrada!

    Besos

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    1. Gracias Ángeles, dices "cuando sea madre" y me viene a la mente una imagen dulce de bebés y otra que temo de viejitas abuelas...aysssss menos mal que queda mucho para eso, jejeje.

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  13. Entiendo perfectamente cómo se debe sentir tu pequeña. Leerte está suponiendo muchísimo para mí. De verdad. Porque te das cuenta de que, sin querer, se puede dañar con comentarios tan aparentemente inofensivos, como decirle a una hija que se parece a su madre, cuando tiene una hermana de corazón, pero no biológica que jamás podrá parecerse físicamente a su familia.
    Creo que ella tiene una suerte inconmesurable, no porque la adoptaráis. Ya has dicho en alguna ocasión que la suerte fue vuestra de encontrarla. Sino porque tiene una madre con una empatía y sensibilidad especiales, una auténtica tigresa, que hace de muelle para todos los golpes que su origen pueda suponerle.
    Muchas gracias por compartir estas maravillas de posts con nosotras.
    Un besazo

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    1. Qué cosas me dices siempre Vero ;-) Yo tigresa, mola.

      Muchas gracias a vosotras por ser tan abiertas y generosas para aceptar mis charletas y encima agradecérmelo, ¿qué más puedo pedir?

      ¡Un besazo!

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  14. Al final el físico, como ya han dicho en algunos comentarios, pasa a un segundo plano. Veo niños que no se parecen físicamente a sus padres, pero calcan sus gestos, su manera de hablar, sus expresiones, a la perfección!
    Enhorabuena por tus hijas, y mucha paciencia con los comentarios desafortunados que seguramente seguirás escuchando (porque algunos son así de estúpidos!).
    Un beso:-)

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  15. Me ha encantado este post. Yo nunca me he parecido ni a mi amdre ni a mi padre ni a mi tía... a nadie. Durante años fue raro, pero de mayor creo que me ha hecho más fuerte, fíjate. Son unos lazos invisibles muy curiosos. Siempre sentí más unión con mi abuela, sin parecernos físicamente, porque nos gustaban y teníamos talento para las mismas cosas. Tu hija sentirá eso también en muy poco tiempo. Ya lo verás.

    Un beso grande.

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