lunes, 10 de octubre de 2016

No seré

No seré la más alegre del lugar, ni la más simpática, ni la que tiene siempre la palabra perfecta en cada momento.

No seré las más cariñosa, ni la más enrollada, ni esa persona tan molona que a todos nos cae tan bien.
No seré la primera en ser invitada a la fiesta ni la que echen de menos si no va, tampoco te contará el chiste que te haga reír en un día de mierden.

Soy, sin embargo, más tirando a callada, cuando hablo a veces es a gritos, me indigno con facilidad con las injusticias (incluidas las domésticas) y la paciencia es un bien del que ando escasa.

Sé, no obstante, escuchar y comprender. Ponerme en la piel del otro y sentir lo que siente el otro. Ser capaz de dar consuelo, esperanza, energía, amor. Soy buena persona, sincera (quizá demasiado), honesta, con ganas de solucionar los problemas , de hacerles frente y seguir hacia delante, para disfrutar de lo bueno de la vida.

Me doy cuenta cada vez con más claridad de que no tenemos mucho tiempo en este mundo, por lo que las cosas que merecen la pena se reducen a las personas (unas pocas), los libros , los viajes, el jamón y la cerveza.

Tengo la manía de ponerme en el lugar del otro y lo paso bastante chungo. la empatía está sobrevalorada, no tengo duda.

Sufro, la verdad, y bastante, por la gente y sus historias. Por los que tengo cerca y por los que están lejos. Claro que también me pasa al contrario, que me alegro de verdad de la buena por todo lo grande que sucede a mi alrededor. ¿Y qué hago con lo malo? Pues me lo pongo delante de los ojos y busco la manera de atacarle hasta vencerle. Que me ha costado mucho llegar hasta aquí para que llegue ahora el azar, el destino o el mismísimo Dios a tocarme las orejas.

Y dicho todo lo cual, el día que cumplo 43 ha sido genial, no se si tanto como los colegas en Facebook o Whatsapp te desean...qué coño, ha sido mejor aún. Creo que la energía de tanta peña deseando felicidad a una persona tiene que producir un efecto cósmico imprevisible de carácter directamente proporcional al número de amigos en las redes sociales. No quiero ni imaginar como se sienten los que acumulan cientos y miles de amigos en el mundo 2.0.

Yo me siento de madre y me sentiré mucho mejor si el universo ese sigue conspirando a mi favor y al de los míos.

Muchas gracias a todos los que me habéis felicitado por aquí, o con vuestras voces, llamando de lugares muy lejanos incluso, con canciones, wasap, Instagram, etc. Sois la caña, cada uno por su lado, porque si no, no estaríais por aquí.

Muchos besos, y muy especiales a los recientes novios para los que posamos en esta foto :)