domingo, 7 de abril de 2013

Esas frases que mola escuchar y otras que no tanto

El otro día escribí algo de esto en el post de #tupropiox4 y me quedé con ganas de más, así que aquí estamos, dispuesta a confeccionar otra de esas listas que tanto me gustan.

Vamos primero con las cosas que da gusto escuchar...

> "Buenos días" cuando llegas a la oficina y tras tu correspondiente saludo cordial. Si es con sonrisa, mola más.

> "¿Qué tal estás?" No me refiero a un retórico qué tal sin más, sino a un verdadero interés por saber cómo te encuentras y estar dispuesto a escucharte digas lo que digas.

> "¿Qué tal están tus hijas?" (cámbiese género y número según convenga) He descubierto que a algunos esto les provoca sarpullidos porque deben creer que te vas a poner a hablar de monadas de los peques cual madre pestiño o cosas rollazo como lactancias, pañales, rabietas, coles, cantajuegos y tal. Así que por si acaso te preguntan qué opinas de la crisis económica, los escraches o Gran Hermano, temas mucho más divertidos e interesantes, dónde va a parar.

> "Estás más delgada, ¿no?" Esto agrada mucho en cualquier circunstancia a las mujeres que somos de constitución, digamos, fuerte, y a las que el estrés y correr detrás de los hijos no nos hace adelgazar como a otras suertudas sino todo lo contrario. Aunque no sea verdad que hayamos adelgazado, sino una ilusión óptica provocada por un fabuloso vestido negro.

> "Buen trabajo". Parece fácil de decir, sin embargo no lo debe ser tanto cuando a algunos les cuesta un mundo hacerlo. Afortunadamente para mí, me lo han dicho mucho y muchos de mis jefes y profes. A la vez he visto cómo a otros les parecía tan difícil de pronunciar como si por cada letra tuvieran que tragarse un sapo o pagar el doble de hipoteca cada mes.

> "Muchas gracias, me has ayudado un montón". Esto, para las que tenemos vocación de "ayudantas" de prójimos es muy motivador y nos anima a continuar prestando nuestro hombro para llorar, orejas para escuchar y lo que haga falta, menos dinero, que de eso no nos queda.

> "Aparentas menos". Esta frase la oigo a menudo, pocas veces dirigida a mí, mis ojeras me delatan :)

> "Tú siéntate que hoy hago yo la cena". No necesita comentarios.

> "Mami, te quiero mucho muchísimo tropecientos millones". Ídem.

Le toca el turno a las frases que no nos molan:

> (en la caja del super) "Son 200 euros". No, mire bien, vuelva a hacer las cuentas, se debe haber equivocado al teclear, imposible, si no he comprado más que cuatro cosas (respondo con la cara pálida).

> "Tú no es que estés gorda, ¿no? Tú es que eres así". Recuerdo un ligue que tuve en la universidad y que me dijo un día esta bonita frase. Él sí que sabía ganarse a una mujer. En esta misma línea hay otra frase de aúpa: "enhorabuena, no sabía que estabas embarazada otra vez". Ejem, no, mira, es que se me quedó así la tripa y no me ha vuelto a su ser, es lo que tiene ser "así".

> "Mamá, este año me toca disfrazarme de mujer de Ghana en el festival de Navidad". Cuando escuché esto hace unos años me acordé de la familia del profe guay que había decidido convertir la fiesta de Navidad en una fiesta de la multiculturalidad, porque era mucho más cool que hacer una representación típica navideña y quedaba mucho mejor para no ofender a los padres no católicos en la, repito, fiesta de Navidad. ¿Estamos locos o qué? A ver, que a mi la multiculturalidad me parece una cosa fantástica, estaría bueno si no, pero joroba, ¿no había algo un poquito más fácil? ¡Que yo no sé coser!

> "¿Tu hija es tuya?" (Mirando a mi hija negra) Claro, señora, es mía. "Sí pero, ya me entiendes, me refiero a tuya tuya". Le repito que sí, mía mía.
Y entonces, si el padre no está delante, se van pensando en si la leyenda esa de los negros y el tamaño de ciertas partes de su cuerpo será verdad o no. Estas preguntas acerca de mi L. dan para un post temático que en breve escribiré.

> "Buenas tardes, ¿con el señor Andrés?" ¿Quién le llama? "Al habla xxx xxxx de Jazztel". Todos los días, incluidos fines de semana, hasta las 22:30 de la noche he llegado a escuchar esta cantinela. Y así durante años.

> "El día de la mujer es absurdo". Tú sí que eres absurdo.

> "Tenemos el xxx en oferta, ¿le pongo uno?". Esto en la caja del super y en la gasolinera. Que no, que no quiero comprar más, que sólo quiero irme a casa a llorar por los 200 euros que me acabo de gastar (en el super). En la gasolinera no lloro porque yo siempre me gasto lo mismo, me dan igual las subidas ;-)

> "Mamá, quiero ir al baño". Y da la casualidad de que te acabas de sentar a comer o que estás en medio de un parque o en el cine. Y no tienes hijo, sino hija.

> "Tranquilízate". ¿Que me tranquilice?!!! ¿Cómo narices quieres que me tranquilice si me dices que me tranquilice? Es lo peor que puedes decirme.

> "¿Es suyo ese coche gris?, le están poniendo una multa". Grrrrrrrrrrrrrrr

> "...cariño...cariño...cariño". Te acabo de conocer y se nota que no tenemos nada en común, ¿pretendes venderme algo llamándome así? La llevas clara.

PD Hay muchas más que dejo para siguientes entregas.




5 comentarios:

  1. Hola, no me conoces pero he llegado a ti a través de tu antiguo blog. decirte que me parto de la risa con algunas de tus frases y en general comentarte que me encanta tu blog que he conocido hoy (aunque ya me he leido unos cuantos post)y que te iré siguiendo porque merece la pena leerte. un beso¡¡

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    1. Qué bien! Me encanta tu mensaje! Muchas gracias por leerme y por decirme que te gusta, me hace mucha ilusión. Un beso.

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  3. acabo de descubrir tu blog y me apunto, voy leyendo "patrás" como los cangrejos y hasta que no lo acabe no paro. ¡genial!

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    1. Bienvenida/o y muchas gracias por leerme y comentar. Espero que te lo pases bien por aquí ;-)

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Me encanta que leas mi blog y si encima vas y me dejas un pequeño comentario me haces la mar de feliz ¡Mil gracias!