Soy una persona de sí pero no o de no pero sí. Esto no significa que no tenga personalidad o carácter. Es que es así como me ha hecho el mundo y mis padres, que digo yo que algo habrán influido.
Para mí no hay colores puros sino multitud de matices. Todo depende tanto ... de todo lo demás. Tampoco quiere esto decir que me guste quedarme en el punto medio y no mojarme. Sería lo fácil. A veces una se deja llevar por lo fácil, no te lo voy a negar, hasta que un día le da un calambrazo y se despierta. Me gusta esa sensación de la chispa que se enciende. A decir verdad me gusta más ese momento que ningún otro, el momento que precede a todo. Ya lo conté una vez por aquí.
Como decía, para mí nada es blanco ni negro, ni siquiera gris. Es más bien multicolor, de muchos tonos diferentes y de muchos grados de saturación en cada tono. Me gusta poner las cosas y las personas frente a su inverso de cara a quedarme con un punto intermedio. Como los personajes de moda de las series más exitosas. Ya no hay buenos y malos, sino héroes que a veces son villanos y malvados con su puntito de bondad. No es que tengamos un lado A y un lado B, es que tenemos tantos resquicios como letras tiene el abecedario. Ni siquiera nosotros conocemos muchos de ellos. Ni los conoceremos nunca.
Somos tan complejos como puede serlo un cerebro humano, lleno de misterios que la ciencia no logra descifrar. Sin embargo, vamos por la vida mostrando un abanico cerrado de esas caras nuestras, cada una con su nombre y apellidos, cada una con su etiqueta. Somos infinitos y nos creemos finitos. Nos han hecho creer que somos fulanito de tal, con equis años, de profesión no sé cuántos, de estado civil el que sea y madre o padre o ni madre ni padre de dos hijos, que vive en la calle pascual, le gusta hacer no se qué en su tiempo libre y no soporta ciertas cosas. En un momento nos hacen un retrato y nosotros nos lo creemos o elaboramos uno propio que poco o nada tiene que ver con ése.
Y así podemos pasarnos la vida. Pensando que somos alguien que no existe más que en la mente de unos pocos. O sabiendo que somos otro que no nos atrevemos a mostrar.
La suerte es que a veces nos llega el chispazo, el detonante, el rayito de luz. Y entonces empezamos a mirarnos a los ojos sin miedo, aguantando la mirada, elevando la barbilla como para salir guapos en la foto.
Así, metemos los temores en lo alto del armario, lo más a desmano posible, y empezamos a caminar libremente sin ocultar nada, convirtiéndonos en lo más parecido a nosotros mismos.
Somos mucho más de lo que somos. Soy mucho más de lo que soy. Much more than I am.
bego, tanto depende.....no tendrás antepasados gallegos?? jajajaja
ResponderEliminarahora en serio, otra vez lo has hecho, me has llegado. Estás malacostumbrándome.....
yo soy también de matices, de gama de colores, así que me siento muy identificada contigo y agradezco verlo por escrito, con la realidad que toman las cosas cuando se dicen en alto o se escriben.
Un besazo
Qué va, no tengo antepasados de allí y bien que me gustaría, me encanta Galicia ;-)
EliminarMe alegro que seas de las mías.
Un besazo
Me gusta este post, parece una presentación de ti misma, y quedaría estupendo en un "yo soy". Pero también es cierto que lo que transmites es la realidad, somos diversos matices, aunque nos empeñemos en verlo todo de un solo color. Somos policromía. Y ahí está nuestra riqueza, en las distintas versiones y prismas.
ResponderEliminarBesos!
Gracias Marta, lo que me dijiste lo apliqué y cambié el título del post ;-) Efectivamente, la riqueza está ahí y a veces no nos damos cuenta.
EliminarUn beso!
Este post no hacía falta que lo escribieras como una explicación hacia tu persona, jajajaja, creo que nos habíamos dado cuenta! ♥
ResponderEliminarPero sí hacía falta que lo escribieras para cada uno de nosotros...
Me encantó!
Mi intención no era explicar cómo soy sino hablar de esa policromía que menciona Marta, aunque sin duda dice mucho de mí. Me alegro de que te sirva el post de una forma u otra ;-)
EliminarGracias!!
Precioso, Bego, y muy cierto. Lucho cada día por no ser absorvida por las etiquetas y el qué se espera de mí. Y la lucha es difícil, vaya si lo es. Crecemos creyendo ser de tal o cual forma, imposibilitándonos a nosotros mismos el cambio, o al menos la evolución.
ResponderEliminarMe encantas, Bego, y alucino cada vez que te leo porque eres puro sentimiento.
Un beso enorme
Sobre las etiquetas escribí otro día. Es algo que me pone de mal humor, aunque seguro que yo también peco sin darme cuenta de etiquetar.
EliminarCarol, muchas gracias por tus palabras, me emocionan ;-))
Un besazo