martes, 7 de mayo de 2013

Los 10 consejos para ser una madre o un padre 8,5

Es una buena noticia para mí haber superado ayer mi record de visitas en el blog con una entrada que es un poema, en el sentido literal ;-) Como decía aquel, me llena de orgullo y eso, que a la gente le guste leer lo que escribo y que encima, para más inri, le guste leer mis poemas. Es un subidón muy grande.

Por eso hoy, intentando mantener el gráfico de visitas en lo más alto, me voy a currar un post con título sensacionalista. Si finalmente me descalabro tendré una idea un poco más acertada de la gente generosa que sigue este blog del alma mía.

No soy nadie para dar consejos. No me gusta ir de consejera ni experta en nada. Debe ser cosa de la humildad que me inculcaron en mi cole de monjas. Así que estos consejos no son míos. Son consejos que me han dado a mí, a veces de forma directa y en persona y otras de forma indirecta, a través de libros o artículos que he leído.



Primero. Simplifica tu vida cuando tienes hijos.

La prioridad número uno cuando llegas con tu churumbel a casa es el churumbel. Olvídate de la plancha, los cacharros de la cocina (hasta cierto límite), limpiar el baño a diario y el polvo (me refiero a los dos tipos, el que se limpia con un trapo y el otro).

Segundo. Achucha y coge a tu bebé en brazos todo lo que te dé la gana.

Desde pequeña había oído lo contrario. Que se va a acostumbrar a los brazos, que la vas a malcriar. Y yo tenía la intuición de que esto no era así y me pasaba el día con la nena cargada (bueno, con ciertos límites también, que yo el colecho no lo he practicado). Hasta que leí a Carlos González, con el que no comulgo en muchas cosas. Sí en esta: coge a tu hijo en brazos todo lo que te apetezca. Hasta el infinito y más allá.

Tercero. Deja a tus hijos con alguien de vez en cuando y sal, viaja, disfruta.

Esto me lo dijo una enfermera cuando fui a ponerle unas vacunas a L. Me debió ver una cara de cansancio y estrés tal que me preguntó si habíamos dejado alguna vez a la nena con alguien para salir. Y casi me dio la orden de que lo hiciera. Ella no sabía que yo lo estaba deseando, que los remordimientos de conciencia por dejar a mi hija al cuidado de otros no iban conmigo. Si no lo hacía era por falta de voluntarios y ausencia de euros para la canguro.

Cuarto. Utiliza el sistema de caras sonrientes/tristes para conseguir que tus hijos hagan o dejen de hacer algo.

Este sistema lo he utilizado con mis dos hijas y con las dos ha funcionado. No me tengas envidia porque no es para tanto. Mis hijas hoy día siguen haciendo cosas que no me gustan (llorar para pedir las cosas, chincharse entre ellas) o no haciendo cosas que me gustaría (comer bien, recoger su habitación). En su momento la idea ayudó cuando la tensión era tan elevada que saltaban chispas. Ellas tenían unos cuatro años. Desconozco si es un método eficaz para otras edades. Entiendo que sí, aunque adaptándolo un poco.

Quinto. Lee delante de tu hijo para inculcarle el amor a los libros. Ofrécele libros de cualquier tipo, lo importante es que lea.

L. es una niña muy estudiosa y de notazas. Una empollona vamos, como lo fui yo. Desde muy pequeña estaba acostumbrada a que le leyéramos un cuento cada noche. Así que cuando aprendió a leer y le dijimos que a partir de entonces ella leería sus propios cuentos, se negó en redondo. Decía que no le gustaba, qué menudo rollo, que se cansaba. A mí y al marío se nos caía el alma a los pies, ya que los dos somos acérrimos lectores y queríamos transmitir el amor a la lectura a nuestra heredera. Nosotros leemos mucho y no entendíamos que no quisiera imitarnos, hasta que caímos en el pequeño detalle de que leíamos cuando ella dormía. Empezamos a ir a la biblioteca y la dejábamos elegir sus historias. Leímos delante de ella. Y seguimos leyéndole cuentos de vez en cuando porque para ellos es muy importante ese momento cuento. Esos minutos junto a sus padres son un tesoro.

Sexto. Diles que les quieres todos los días.

No sé si todos los días del mundo mundial lo hago, pero casi. Es importante decirlo. Es importante demostrarlo. Son importantes los besos. Por mucho que nos enfademos durante el día, lo mejor es terminarlo de buen rollo. Como osos amorosos y revueltos en almíbar.

Séptimo. Haz eso que te gusta tanto aunque suponga pasar menos tiempo con ellos.

Si te gusta escribir, escribe. Si te apasiona dibujar, hazlo. Si te apetece salir a correr, busca el momento. Si te mola cocinar, ir de tiendas, pasear en soledad, estudiar chino, hacer deporte, ir a conciertos o asistir a clases de macramé, HAZLO. Sí, ya sé que no tienes tiempo. Y que no tienes quien se quede con ellos (¿1 vez al mes?). Y que todo tu tiempo libre se lo dedicas a ellos porque eres una madraza o padrazo.. Pues sé un poco mal padre o mala madre y dedícate tiempo. Sólo si tú estás feliz tus hijos lo estarán. Si sólo te apetece jugar con ellos, juega, no pasa nada. Lo importante es la libertad. Esto no lo digo yo, lo dice mimarío que es sabio. Aunque él apenas lo pone en práctica porque curra como un cosaco, esa es la verdad.

Octavo. Sigue tu instinto sentido común.

A todos nos avasallan madres y suegras (padres y suegros menos), vecinas y amigas cuando tenemos un hijo. Que si le tienes que bañar así, que si mira que el niño no engorda, que si córtale el pelo para que le crezca más fuerte, que si tiene calor o frío, que si llévale al pediatra a que te mande vitaminas...A ser madre y padre se aprende sobre la marcha. Es así. No hay libros de instrucciones (bueno, sí que los hay y muchos aunque ninguno como el que cada uno podría escribir para su propia familia). Lo mejor es seguir tu instinto sentido común (gracias Anna por tu aporte) en cada momento. Entiendo que eres una persona sensanta, cabal y equilibrada. Si no lo eres, pregunta a tu madre, suegra o similar. Tampoco hay que ser temerario.

Noveno. No tengas un perro mientras tus hijos son pequeños.

Este consejo nos lo dio un amigo y nos lo saltamos a la torera. En aquel entonces no imaginábamos cómo sería la vida con perro y enanos pequeños. Es genial que convivan con un ser igual de amoroso que ellas. Es un tostón el trabajo diario que supone. Marío se encarga de sacarle y yo me tengo que encargar de lo demás en su ausencia. Es una lata. Las hemos pasado canutas a veces. Cuando tengo que viajar yo (salir a pasear al can a las ocho de la mañana en invierno con bebés no es muy agradable). Cuando él trabajaba hasta las mil y monas…Tener un perro no es algo idílico como en las películas. NO. Si crees que no vas a poder atenderle como se merece, no lo tengas. Si te apasionan, espera a que los niños crezcan un poco. Si ya lo tenías de antes, ajo y agua. Porque eso sí, ni se te ocurra abandonarle, por dios. NUNCA. Esto último no es un consejo, es una orden.

Décimo. Sáltate todos los consejos que te den

Incluidos estos ;-)

Y ya que la perfección no existe por mucho que nos empeñemos en buscarla, como mucho conseguiremos ser una madre o padre 8,5. No está nada mal, es un sobresaliente. O lo era en la E.G.B.


10 comentarios:

  1. 1. Sí
    2. Sí... pero no puedo con C.Glez ni compañero/as mártires.
    3.Sí
    4. Ladesiete jamás ha visto un cuadro de modificación de conducta, Ladecuatro ha pulverizado todas las estadísticas sobre el efecto de este método. Nada de nada.
    5. Sí.
    6. Sí.
    7. Casi sí.
    8. Sí y no, porque no creo en el instinto, porque cuando frecuentaba amistades, relaciones y bloguismo pròximo a la crianza natural me cansé mucho de la instintivitis, la mamiferitis etc... los humanos no tenemos instinto, tenemos inteligencia y eso es lo que debemos aplicar, el sentido común, que no tiene mucho que ver técnicamente con el instinto. Así que, cambio instinto por sentido común... aunque me baje la media.
    9. Me encantaría tener un perro, pero voy a segur tu consejo.
    10. Sí... y esa es la actitud, jejeje

    Felicidades por el post!! El problema es que lo leo después de una mañana en la que, probablemente he suspendido como madre... Ladecuatro me ha montado el pollo del siglo porque no quería ponerse mallas, unas malditas mallas porque hoy tiene psicomotricidad. Unas mallas han desatado a la fiera que ha estado media hora llorando en bragas y calcetines diciendo que no se ponía las mallas. Ladesiete ojiplática, el padre de las criaturas de los nervios y yo, le he arreado una palmada al culo de las buenas. Hemos ido todos al cole a hablar con su seño porque esas rabietas/carácter nos tienen ya agotados. Así que hoy, no paso del 4'5.
    :(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo primero, esta lista se va por tierra cuando nos ocurren cosas como la que te ha pasado a ti con las mallas. A mí me ha pasado con mallas, zapatos, calcetines y hasta espaguetis, que se supone que le encantan. Las palmadas en el culo no nos gustan, las evitamos a muerte pero mira, yo reconozco que alguna he arreado y en público. Y no pasa nada. Mis hijas no andan por ahí traumatizadas por eso. Así que no, no eres mala madre. Para nada.

      En cuanto al instinto, tienes toda la razón, creo que sería más acertado decir sentido común. Voy a ver si lo cambio.

      Gracias por tu comentario que me aporta tanto ;-)

      Eliminar
    2. Gracias... con amago de lagrimones, ya te lo digo... joer, que mal día!!!

      Eliminar
  2. Qué bueno saber que tus poemas tienen acogida. Eso no es fácil :) Me pasa como a ti. Tengo a dos embarazadas muy cercanas, y no tengo intención alguna de llamarlas o ir a sus casas a darles consejos. Me sentiría un poco entrometida si lo hiciera. Aunque cuando me preguntan algo, les digo que no hay que dejarlos llorar, que no hagan caso a quien se los recomienda ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, me encanta que a la gente le gusten mis poemas, me da alas para escribir más y mejor :)

      Si las embarazadas son muy cercanas no tengas miedo a decirles algo que pueda ayudarles, no en plan "yo lo sé todo" sino desde el cariño que les puedas tener. Si se dice con respeto y desde la humildad no tiene por qué sentar mal.

      Muchas gracias por leerme y más aún por escribirme

      Eliminar
  3. El consejo 10 es el mejor!!
    jeejeje

    Primero, enhorabuena por el tema visitas. La verdad que da un subidón tremendo saber que escribes para alguien, no sólo para ti.

    Estoy totalmente de acuerdo con el primero. la vida ya es bastante dura como para que nosotros la hagamos más difícil y complicada todavía...
    Respecto a los otros, bueno, como tampoco voy a ir punto por punto pq escribiría un comentario más largo que la entrada... estoy bastante de acuerdo en todos, sobre todo 2 5 6 7 8. Perro no tenemos. el 4 no lo hemos puesto en práctica porque por ahora no lo hemos necesitado y bueno, el 3... por ahora sólo lo hemos dejado con alguien cuando nació el pequeño. Lo necesitamos cerca. Luego será él el que diga de quedarse por ahí, somos conscientes.

    Salu2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por felicitarme y sobre todo por leerme y dejar tu huella por aquí.

      Sí, el 10 es mi favorito ;-)

      Cada uno es cada uno que diría mi madre. Si a vosotros no os apetece dejarles con nadie pues no se hace y ya está. A mí sí me apetece, soy una madre un poco desnaturalizada, jejeje.

      ¡Gracias otra vez!

      Eliminar
  4. Pues qué quieres que te diga... a mí los consejos me gustan según de qué persona me vengan... Y los tuyos los recibo con los brazos abiertos y los comparto al cien por cien :) Es cierto que no hay verdades ABSOLUTAS ni consejos UNIVERSALES, que el blindaje del sentido común y la intuición es la mejor herramienta en el empleo de MADRE... y que el APOYO de la gente que te rodea es FUNDAMENTAL.

    Lo de no tener perro... COMO UN TEMPLO. Que una cosa es vivir en el campo o en una casa con un jardín amplio y otra en un pisete de 65m2.

    Este mes me lo estás poniendo muy difícil para el Top-Eleven ;))

    ResponderEliminar
  5. Bravo bravo! pero cuanta sabiduría junta. Aunque si cada maestrillo tiene su librillo debo decirte que estoy de acuerdo en todo, y que me tengo que aplicar lo de leer cuentos a la de ya, que aunque el Querubín tenga un año y parece que no entiende seguro que es mejor que Peppa Pig. Me gusta este tipo de post, gracias por la recopilación

    ResponderEliminar
  6. Estoy de acuerdo contigo en todo, lo de coger al niño en brazos me hace mucha gracia cuando me lo dicen, yo siempre contesto: "sinceramente no creo que a los 16 años me siga pidiendo que la lleve en brazos" y me funciona. De hecho, ahora que nadie me oye, te confieso que me encanta que mi hija me pida que la tome, me hace sentir necesario para ella, soy de los que piensa que hay que disfrutar de los niños cuando son niños, que después llega la adolescencia y no vayas a esperar de tu hijo que te pida un abrazo.

    ResponderEliminar

Me encanta que leas mi blog y si encima vas y me dejas un pequeño comentario me haces la mar de feliz ¡Mil gracias!