Alicia no sabía dónde meterse, así que giró sobre sí misma deseando ser engullida por la tierra, sin embargo, sucedió que se fue haciendo líquida y después gaseosa, evaporándose por toda la ciudad.
Millones de partículas de Alicia invadieron las casas, las oficinas, los túneles, las tiendas, depositándose en las cabezas de las personas, que sintieron unas irresistibles ganas de despertar.
De repente, la gente veía conejos estresados, gatos muertos de risa, naipes con cabeza y sin ella. Ese día todo el mundo, maravillado por las increíbles cosas que estaban sucediendo, se olvidó de sí mismo y de sus circunstancias.
Siempre he querido ser Alicia. Por alguna extraña razón era mi princesa Disney cuando era pequeña y me leí los dos libros con 8 años. Hace poco los releí.
ResponderEliminarAsí que me ha encantado este microrrelato, Dados los tiempos que corren, no nos vendría mal un poco de Alicia en nuestras vidas.
Tienes talento, niña. Deberías ir pensando en reunir todos estos relatos y poemas y hacer un ebook.
Un beso.
Yo me enamoré de Alicia también de muy niña, cuando me regalaron el primer libro, creo que por la comunión. Después me regalaron el segundo y ya de mayor me compré la edición de bolsillo, para releerlo.
EliminarDe nuevo coincidimos ;-) Recuerdo desear con todas mis fuerzas cruzar el espejo de mi cuarto de niña.
El microrrelato lo escribí para un concurso de una agencia de publicidad llamada Alicia hace unos 5 años.
Te agradezo infinito que me digas que tengo talento, me hace sentir bien y me anima a seguir y más viniendo de ti que tienes tanto.
Muchas felicidades por cierto por tu éxito, la semana que viene al top 10 de madresfera ;-) estás que te sales.
Y muchas gracias por tu visita. Muaks.
Me dejas sin habla.
ResponderEliminarEspero que se porque te ha gustado ;-)
Eliminar¡Pura magia! Alicia está en todos nosotros
ResponderEliminarGracias por recordárnoslo
un beso,