jueves, 21 de noviembre de 2013

AZ de la maternidad: P de Protección

Mientras escribo esto se está acabando el Día de los Derechos del Niño. Curiosamente se celebra sólo cinco días antes del Día contra la violencia de género. Casualmente hoy he desayunado leyendo esta noticia que dice que los adolescentes replican los patrones machistas que pueden conducir a situaciones de violencia. Y para poner la guinda al pastel, ayer se celebró el Día Mundial contra el Abuso Infantil.

Todo ello me ha llevado a elegir esta palabra para la entrega 18ª del Diccionario de la Maternidad creado por Vero (Trimadre a los 30), la filósofa de la maternidad y de la vida, ejemplo para muchas por su fuerza, valentía, paciencia, templanza y buen humor.

Protección porque su garantía, junto a la del desarrollo, es la razón de ser de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), "primer instrumento internacional que reconoce a los niños y niñas como agentes sociales y como titulares activos de sus propios derechos", según Unicef.



Para asegurar una infancia protegida lo más importante es que los niños y niñas cuenten con una familia que les cuide. Una familia que les quiera y vele por sus otros derechos: alimentación, salud, educación, identidad, juego, igualdad y protección ante abusos, trabajo perjudicial, discapacidad, privación de libertad y guerras o desastres. Por supuesto, todo ello no sería posible sin una sociedad pendiente del cumplimiento de tales derechos, que facilite el acceso a la salud y a la educación, y además, que fomente los valores de igualdad, respeto y participación de los más pequeños. Que persiga y castigue  a quienes intentan abusar de ellos o maltratarlos. 
Que permita a los niños ser de verdad niños.
Tristemente esto cada vez se da menos en nuestra sociedad de ricos y famosos. En la parte del mundo llamado primero. Primero no porque seamos mejores que nadie ni la gente sea más inteligente, culta o elegante. Primero porque se trata de un mundo donde hay dinero y la sociedad está basada en el consumismo y el crecimiento. Un mundo que sólo se hace visible en ese puesto porque su producto interior bruto supera un número determinado de cifras.
Pues sí. En este poco merecido primer mundo cada vez los niños tienen menos derechos. Porque cada vez a sus padres y madres nos quitan más derechos. Esos que tantos años costó conseguir.
Los recortes afectan mucho más allá que a la Educación y Sanidad. El paro y la crisis llega de forma directa a los niños en forma de hambre. Aunque no lo creamos, cada vez son más niños los que sólo comen una vez al día en el comedor del cole. ¿Has visto el anuncio de esa madre que le dice a la hija que el bocadillo es mágico porque es de pan con pan e imaginan lo que hay dentro? Se ponen los pelos de punta.
Según Educo, la ONG promotora del anuncio, desde que empezó la crisis el número de niños que vive en el umbral de la pobreza en España ha pasado de dos millones a dos millones y medio. Unicef cifra la tasa de pobreza infantil en el país en el 27,2%.
Si nos vamos al panorama global que incluye este mundo y los otros, la situación es mucho peor claro está. No obstante, las cifras han mejorado mucho en algunas áreas en los últimos años. Por ejemplo, el porcentaje de personas que pasan hambre en el mundo se ha reducido a la mitad en veinte años y el de personas sin acceso a la educación otro tanto en 10 años. Claro que me gustaría a mí saber cómo hacen las personas de la ONU estas estadísticas en países que no tienen ni censo.
Sin alimentación y educación los niños están completamente desprotegidos y vulnerables a todo tipo de situaciones indeseables. Lo primero es la salud obviamente. Y luego está todo lo demás.
La educación, la de la escuela y la de casa, es clave para proteger a nuestros hijos, para facilitarles los recursos necesarios para caminar seguros por la vida. 
Protegerles no es aquello de ponerles cincuenta mangas al niño para salir a la calle (que también), abrazarles para evitar que les den un balonazo, taparles con nuestro paragüas cuando llueve o increpar al abusón de turno si se da el caso (y a sus padres, que también)
Protegerles es estar continuamente pensando en su bienestar, en la mejor manera de educarles, en el modo de fomentar su autoestima, en la forma de hacerles reír y disfrutar, en el mejor sistema para acompañarles en la vida de manera que lleguen a la edad adulta sanos física y emocionalmente, siendo buena gente y sintiéndose felices.
Protegerles es no poder dormir porque le das vueltas a sus "pequeños" problemas del cole, escuchar sus preocupaciones y sus inquietudes, arbitrar sus rencillas filiales, no dejarles ver la tele más de una hora al día (y en inglés, #malamadre), cocinar sano, llevarles al parque de vez en cuando (de muy cuando en cuando).
Ojalá que ningún niño tuviera que sentir miedo o sentirse desprotegido. Ojalá cada niño encontrase una familia donde crecer y ser querido. Sé que muchos chavales crecen en instituciones toda si infancia por culpa de leyes mal hechas, redactadas por persona imperfectas que no traen nada bueno. Aquí en España y por ejemplo, en Colombia, donde una absurda ley obliga a buscar a la familia del niño abandonado hasta el sexto grado de consanguinidad. Esto retrasa enormemente los procesos adoptivos y mantiene en vilo a cientos de familias españolas y de otros países en este momento. Y, lo que es peor, a miles de niños colombianos solos, sin una mamá y un papá que les cuide y les de derecho a disfrutar de esos Derechos del Niño. Todo esto da para otro post.
Antes de ser madre creía que yo era una persona muy necesitada de protección y no me veía muy capaz de ser yo quién protegiese a nadie y mucho menos a un niño.
Desde que me convertí en madre, ese pensamiento desapareció de mi cabeza. Ahora me resulta difícil no imaginarme protegiendo a alguien. Protegiendo a esas dos personajillas que sé que ahora duermen tranquilas porque saben que sus padres estarán siempre aquí mirando por ellas, vigilando la puerta para que no entren los monstruos.

12 comentarios:

  1. Ese anuncio me inunda los ojos cada vez que lo veo, y es que España cada vez es más así....
    Justo esta semana, mi Nenúfar que es una niña cariñosa en extremo y por consiguiente, necesita lo mismo...vino corriendo a mi cuando estaba haciendo la cena y con dos años y medio que tiene, consiguió dejarme como la cera, me agaché para abrazarla como ella demandaba, y en ese momento me dijo: ay mami, soy feliz (bragas al suelo, lo estoy haciendo bien...)
    No necesito nada más....

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  2. Maravillosa aportación al AZ de hoy, Bego, y una reflexión muy necesaria. Protejamos a nuestros hijos, que nunca se sientan solos, pero protejámoslos también de la indolencia que parece contaminar este "primer" mundo; debemos hacerlos conscientes de su suerte, que sean merecedores de la misma, que compartan, que luchen por los demás, que su ayuda llegue a donde haga falta.
    Un besazo.

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  3. No había visto el anuncio y me he quedado flasheada e impactada. Gran reflexión Bego! Muchas veces, pienso lo afortunados que somos y nuestros niños también, en contra de otros que carecen de todo lo que hablas. Ojalá esto acabe siendo un sueño y el día de mañana no existan estos datos ni ningún niño desprotegido. Me ha encantado...Gracias! Besos

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  4. Bego, tienes toda la razón, protegerles es muchas cosas. Y no necesariamente implica sobreprotección, si no darles aquello que necesitan como niños y como personas. Son nuestro futuro, son nuestros hijos, son nuestra riqueza. Y tenemos que concienciar a todos de que esto es así, es una inversión. Por ellos y para ellos.

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  5. Sí, Muy adecuado! Sobretodo en una época en que el término "proteger" está tan en uso. Se habla de proteger el medio ambiente, de proteger lenguas minoritarias, de proteger edificios históricos, especies en peligro de extinción, proteger el empleo, proteger a las personas en riesgo de exclusión, proteger a nuestros mayores... protejamos a nuestros niños también y de paso reflexionemos, ¿por qué hemos llegado a esta situación de tener que protegerlo todo? Somos lo peor. Menos mal que por fin nos dimos cuenta!!

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  6. Genial entrada la de hoy........protección, protección, protección.......... Y es que a veces se olvidan de que hay que proteger a los más pequeños e indefensos. Por ellos y para ellos!!!!!!

    Y es que a veces la sociedad protege "cosas" y verdaderamente se olvidan de las personas......

    Un besote

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  7. Protección. Si todos los niños fueran felices, si los dejáramos ser niños, si no exigiéramos que crezcan pronto, que duerman toda la noche pronto, que vayan al jardín pronto, que dejen el pañal pronto, que sean independientes pronto... veríamos caritas mucho más felices en el día a día. Si dejáramos que estuvieran más tiempo con mamá, el mayor tiempo posible, otro sería el mundo. Si los protegiéramos más, menos problemas tendríamos. Un beso Bego, linda reflexión.

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  8. Gran palabra... Me da terror... El hecho de que las niñas en algún momento se sientan desprotegidas y velamos por ella para que no suceda. El anuncio es terrible... Tierno y terrible...

    COmo siempre gran post!!

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  9. Jo Bego, me ha encantado, a pesar de que el anuncio desgarra. Y desgarra pensar que alguna vez pueda pasarles algo, a pesar de que los protegemos con todas nuestras fuerzas.
    Un besazo bonita

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  10. Yo también he visto ese anuncio y me da un vuelco el corazón cada vez que lo veo, yo doy gracias a dios por la familia que me ha tocado y que no deja que nos hundamos y mucho menos que mis hijos pasen hambre,nos ayudan a seguir protegiendoles .... gran entrada por que por desgracia es un problema que parece que no tiene solución... Besos

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  11. Ojalá algún día no tengamos que cuestionarnos su protección, porque ya estarán todos los niños protegidos.... ojalá!!

    Gran entrada!!!!!!


    besos!

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  12. Qué gran palabra para el diccionario Bego!! tienes muchísima razón en todo lo que cuentas, y con los dos párrafos finales del post me has llegado al alma! Es increíble la fortaleza que puede sacar una madre por sus hijos!!!
    Un abrazo guapísima!!!

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