viernes, 7 de febrero de 2014

Inmigrantes

Son ya tantas las noticias de muertes de inmigrantes que a veces nos pasan por encima como las cifras de descenso en la firma de hipotecas.

Sólo llaman nuestra atención cuando el número de cadáveres es escalofriante, como en Lampedusa, o cuando se sospecha que la guardia civil haya podido utilizar métodos disuasorios que han tenido parte de la culpa en el ahogamiento de estas personas que tan poco nos importan.

Ya tenemos bastante con lo nuestro. Nuestra crisis europea. Nuestra corrupción. Nuestro fútbol. Nuestras próximas vacaciones. Nuestro dolor de cabeza.

A veces nos da por pararnos a pensar un poco en el tema. Y escribimos un tuit, unas palabras en Facebook o un post como éste. Pensamos en cuál será la historia de esas personas que han fallecido. Puede que lleven años preparando su viaje a la tierra prometida, incluso años viajando. Siendo explotados por las mafias de la inmigración que les cobran cantidades espeluznantes para conseguirles una forma de llegar al punto de destino. Unas cantidades impensables para sus lugares de procedencia. Lo que les obliga a ahorrar toda la vida e hipotecar las vidas de sus familias.

Pensamos en si tendrán hijos, padre, madre, hermanos. Amigos. Pensamos en sus sueños. Sobre trabajo, sobre familia, sobre ser libres, sobre la vida. Pensamos en su valentía para jugárselo todo en el intento.

Todo por un poco de esperanza, por un poco de futuro. Que muchas veces se convierte en un infierno más. Pero siempre hay grados. También para los infiernos. El infierno en España puede ser casi el paraíso comparado con el de África. Bueno no, eso es lo que pensamos los de aquí cuando les vemos vendiendo La Farola o de gorrillas en cualquier parking. Que seguro que esa vida es mejor que la que tenían allí. Vale, puede que sea mejor, aunque sea una mierda igualmente.

Todos merecemos una vida digna, a priori. Los de aquí. Los de allí. Los de cualquier parte.

Todos nos merecemos un vida.

Y la mía me está reclamando ahora. Voy a hacer la cena y a ver un rato la tele. Para olvidarme de tanta injusticia y relajarme, que falta me hace.

9 comentarios:

  1. Todos merecemos una vida.... me quedo con esto

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    1. Pues sí, creo que es así, y que a veces pensamos que la gente que viene de otros países la merecen menos porque... Porque nos creemos superiores por ser del primer mundo, qué equivocados estamos y qué absurdos somos, gracias Bea por comentar y compartir.

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  2. Es increíble lo que hacemos sentir con tus letras. Tengo la conciencia removida, y el corazón en un puño. Qué pena que dentro de un rato "se me olvida", al menos en intensidad, y vuelvo a quejarme en mi vida de mierda, que con toda seguridad es una vida de sueño para medio mundo...
    Qué asco.
    Eres inmensa, no cambies nunca

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    1. Gracias Carol por lo de inmensa. Por un lado pretendía remover conciencias pero lo que más quería era remover la mía, que se me queda dormida muchas veces, por desgracia.

      Un beso

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  3. Hola Bego, no sé qué decir.
    No quería irme sin dejar constancia de haberte leído y haber salido de aquí conmovida.
    Lo que pasa es que mi conmoción o mi emoción de poco o nada sirven si no se mueve algo más. Y eso me genera una sensación de impotencia y de tristeza...

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  4. qué puedo decir yo, q estoy en los dos lados y a la vez en ninguno?

    solo q me gusta leerte, pero eso no es novedad

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  5. Yo creo que nuestra mente no está preparada para plantearse siquiera los sentimientos y las pulsiones de un inmigrante, lo que le hace decidir abandonar su tierra y jugarse la vida hasta llegar aquí y seguir sobreviviendo. No, no estamos capacitados para ponernos en su piel. Por eso se nos olvida, por eso no nos paramos a preguntar al chico que nos ofrece llevar el carro de vuelta al súper, preguntarle cómo esta y si necesita algo. No. No estamos a ese nivel de empatía, solidaridad y conciencia. Es así.
    Un gusto leerte y reflexionar gracias a ti.
    Besos

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  6. Yo estoy asustada con todas estas noticias. Me parece increíble que sigamos pensando que es algo "natural" perder la vida por encontrar un futuro mejor, o una vida decente. Me asusta pensar que ante este tipo de noticias, la gente ya no piensa, ni comenta que no es nada normal, que no es natural. Una vida es una vida, sea de quien sea. Y ellos buscan mejorarla. Porqué tenemos los ojos tapados ante esto? Porqué no se hace nada?

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  7. Horroroso lo que pasa a nuestro alrededor y lo poco que vemos, todos somos iguales, todos tenemos una historia, pero la mayoría de las veces estamos tan ocupados con lo nuestro que nos olvidamos...

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