viernes, 14 de febrero de 2014

Japonismo


Una de las cosas que más me gustan de la vida es improvisar planes sobre la marcha y que salgan bien. Como visitar una exposición por casualidad, sin haberlo pensado previamente, y salir de allí emocionada y con ganas de saber más sobre el tema, comprar el libro de la exposición y viajar al país que le da nombre.

Es el caso de Japonismo, la fascinación por el arte japonés, en El Caixa Forum de Madrid. 

Antes de verla apenas intuía lo que era esto del japonismo. Ahora imagino un poco por encima lo que supuso en la época en la que se produjo, tras disfrutar de las obras de multitud de artistas, como Fortuny, gran amante de lo japonés o el mismísimo Picasso. Todos ellos, se vieron influenciados o inspirados por un arte y una cultura que suponían un soplo de aire fresco para el mundo occidental, un nuevo universo estético lleno de exotismo que enriqueció el arte europeo a finales del s.XIX y principios del XX. Aunque el epicentro del japonismo se dio en París, España absorbió en gran medida su estela. Y lo que más ha llamado mi atención es la relación que mantuvo con el Modernismo, lo que explica que la mayor colección de obras japonistas se encuentre hoy día en Cataluña.

Y yo que pensaba que esto del amor por lo japonés era una cosa muy cool y muy del siglo XXI. Ignorancia la mía.

Ya sabía de la aventura cristianizadora de San Francisco Javier, que allá por el siglo XVI, año 1549 según la Wikipedia, llegó a Japón y en pocos años logró evangelizar a la mitad de la población. Es que Marío es muy listo y se sabe la historia al dedillo. Hoy la he recordado porque en la muestra se hace referencia a ella y hay obras, libros y cartas que lo atestiguan. Así como el comienzo de las relaciones comerciales entre el país nipón y España. Hay una carta preciosa, escrita con tinta negra sobre papel de arroz, adornada con motivos vegetales y trozos de oro y plata, que se dice que escribió el propio rey japonés Date Masamune, de la región de Mutsu, a la ciudad de Sevilla. En ella solicitaba cordialmente que le aconsejaran sobre la mejor ruta para llegar hasta allí y expresaba su deseo de iniciar contactos comerciales entre ambas ciudades. La carta pertenece al Archivo Municipal de Sevilla y constituye un documento de incalculable valor sobre la "Misión Keicho”. Durante siete años Oriente y Occidente estuvieron unidos en aquella época. Más adelante, sobre la mitad del siglo XVI, los japoneses decidieron encerrarse en su mundo y cortar cualquier contacto con el exterior. Hasta que llegaron los americanos a mediados del XIX y les impusieron la apertura por la fuerza. 

La exhibición, que ya estuvo en Barcelona el año pasado, es la primera que se realiza de esta índole en España. Se centra en la relación entre el japonismo y nuestro país, aunque alberga alguna obra extranjera. Dicen que hay más de 350. Pintura, escultura, artes decorativas, kimonos, libros... Las técnicas utilizadas son de lo más variado: acuarela, litografía, óleo, pastel... Incluso una obra realizada con tinta polvorizada y lápiz de color que me ha resultado muy diferente al resto. La temática se centra sobre todo en la naturaleza y en la mujer, destacando los motivos vegetales y las aves. Nenúfares, bambú, crisantemos, hojas de arce y cerezos abundan y están presentes en casi todas las obras, unas veces como protagonistas y otras añadidos con sutileza, como quien no quiere la cosa. Los pájaros también ocupan un lugar destacado en la imagineria japonista. La mujer aparece con frecuencia vistiendo el tradicional kimono. Son mujeres de aquí fascinadas también por la moda de allí. La mayor parte de los retratos son femeninos.

Los rojos y negros de las ropas y el pelo, planos y sólidos, así como los azules y verdes de la naturaleza, son los colores predominantes. 

Me han encantado los biombos. También los carteles y anuncios publicitarios donde confluyen lo modernista y lo japonista. Y los libros, como el que pertenecía a Sorolla.

Me ha dejado inquieta una obra sobre un fantasma que resulta de lo más terrorífico.

Me ha llamado la atención el menú de un restaurante con firma de Picasso, como la obra que se ve en la foto debajo de esta frase.


Me ha dado por pensar el trabajazo que debe llevar una exposición de este tipo, donde se han recopilado tantas obras, muchas procedentes de colecciones particulares, y otras de museos de todo el mundo, como Japón, España, Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica y Estados Unidos. 

¿Cuánto tiempo lleva conseguir algo así? ¿Cuántas negociaciones, viajes, tiempo de investigación, dolores de cabeza, dinero? ¿Cuántas personas lo han hecho posible? ¿Cómo será el trabajo de diseñar el espacio, el orden de las obras, los textos? ¿Cómo se hará el traslado de las piezas? ¿Cuánto costarán los seguros? 

Me parece una labor encomiable y a la vez un trabajo precioso. Visto desde fuera. Lo mismo su comisario Ricard Bru i Turull no piensa lo igual (aquí emoticono de la risa con dientes). A mí no me importaría dedicarme a algo así. A un trabajo relacionado con el mundo del arte. Alejado de las oficinas, el power point y el excel, y todo eso que veo tan a años de luz del ídem. Lo mismo me equivoco.

Si os apatece disfrutar de ella, sólo os queda mañana y pasado pues se acaba el 16 de febrero. Muy recomendable.





3 comentarios:

  1. Una expo que yo también disfruté como una enana, incluso hice mi pequeña aportación en "papel de arroz"¿Tu también?. Toda yo metidísima en mi papel de arte-meditación.
    Una buena exposición para recordar como la última a la que conseguí arrastrar a las niñas, y ya con quince años la mayor me parece un lograzo.
    En cuento a lo otro, por lo que sé, desgraciadamente tiene más de despachos, powerpoints y exceles de lo que parece. Sigue a lo tuyo que o haces muy bien. Un beso enorme.

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    1. Hola Maite,

      Qué alegría que leas este tipo de post y encima comentes, no suelen tener mucho éxito. Gracias! No vi cómo hacer el papel de arroz, o no me enteré o ayer no se podía, snif. Yo he desistido de momento de llevar a mis niñas a expos tras la última de Hopper en la que tuve de morros a la mayor y a la pequeña armando un jaleo de impresión.

      Respecto al tema de la gestión del arte... Ya me imaginaba algo así, lo que pasa que a veces te da por imaginar paraísos laborales más allá de tu día a día, tan ingrato a veces.

      Un besazo

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  2. Te dejaron hacer fotos? Aquí no se podía, las ganas que se me quedaron de hacer un post sobre esta expo, más que nada para pedir la segunda parte, que la parte más moderna de la relación con japón es igualmente fascinante!!!

    El poster de los cigarros es brutal!

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