martes, 13 de octubre de 2015

Isabel Pantoja (hija) y el derecho a la intimidad

He escrito varios posts hablando sobre esas frases, preguntas, comentarios que todas las familias adoptivas tememos. O mas bien diría que no queremos oír porque nos desagradan. Bien por falta de sensibilidad de la persona que las dice o por simple ignorancia.

Hay una que destaca por encima de todas. La pregunta del millón:

¿Y qué sabes de su familia biológica?

Y quién soy yo para ir contando por ahí la historia privada de mi hija. Y quién eres tú para preguntarme por ella.

Yo soy su madre (no biológica) y como tal uno de mis deberes fundamentales es salvaguardar su vida y su intimidad. Tal y como hacen los famosos cuando les ponen a sus hijos una banda negra en los ojos. Pero mucho más allá. Porque la historia de nacimiento y vida anterior a la adopción de un niño es una historia que duele mucho. No es una historia feliz.

Duele mirar hacia atrás y sentir que te han abandonado, y por favor, entiéndase abandono en su sentido mas amplio, incluyendo los casos de orfandad, pues la familia es mucho más que el padre y la madre, y los de retirada de la patria potestad, ya que las causas de ésta suelen implicar en última instancia el abandono.

Es una herida que sangra siempre, aunque esté cicatrizada, aunque el dolor sea de esos sordos y lejanos. Y es muy difícil de gestionar por las mentes de niños y adolescentes. No mucho más fácil en la edad adulta. Esto es algo que sólo sabemos quienes lo vivimos. Y que a veces compartimos con otras familias como nosotros. Los miedos, las rabietas, las preguntas, los llantos, la desolación y todo lo que se mueve alrededor de este hecho. La famosa mochila que llevan ellos a la espalda y, de alguna manera, también nosotros, sus padres, sus hermanos y la familia más cercana.

Por eso es inadmisible, por no hablar de que se trata de un delito, que unos mal llamados periodistas hayan publicado una entrevista en un medio de comunicación con la madre biológica de la hija de Isabel Pantoja. La única persona que tiene derecho a decidir si quiere saber de su historia y quiere conocer en persona a esta madre es única y exclusivamente, Isabel Pantoja hija. 

La búsqueda de orígenes es un tema muy delicado, al que todos las personas que han sido adoptadas tienen derecho. Como también tienen el derecho a no querer saber nada sobre el tema.

Puede parecer injusto. Sobre todo visto desde el punto de vista de una madre biológica como puedas ser tú que lees esto ahora. Seguro que te pones en su piel y piensas: claro, yo entiendo a esta señora, pobre mujer, entiendo que quiera darle un abrazo a su hija. ¿Qué hay de malo en un abrazo?

Pues resulta que sí hay mucho de malo en un abrazo. En ese abrazo en particular. Hay de malo el morbo y el exhibicionismo, la carnaza, el dinero que hay detrás. Lo horripilante de todo esto son las cámaras que nunca deberían haber entrado en el "juego". Porque, sobre todo, lo peor es el daño que se le puede estar haciendo a esta chica, que debe estar reviviendo sus peores pesadillas, las que le han hecho pasar miedo, vergüenza, pena, odio, etc, ante un pasado imposible de cambiar y complicadísimo de entender. No olvidemos que hubo un tiempo en el que se acusó a su madre Isabel Pantoja de haber "comprado" a la niña y que ella se enteró de que fue adoptada por los niños del cole.

No he querido ver ese programa de televisión que siguiendo el juego de la desfachatez de la revista, entrevistó igualmente en un plató a la presunta madre de nacimiento.

La indignación y la rabia me lo han impedido.

Si Isabel hubiera querido ese abrazo de esa madre, lo hubiera podido tener porque lo hubiera ido a buscar. Puede que no estuviera preparada para eso aún o que no lo esté nunca. En los procesos de búsqueda de origen los expertos recomiendan ir con pies de plomo. Utilizando sistemas de mediación entre las familias. Y siempre siendo la persona a la que un día adoptaron la que dé el primer paso. 

Cuando ambas partes se ponen de acuerdo, se puede producir el encuentro. Porque puede ocurrir que la otra parte sea la que no quiera, por motivos equis. O no quiera en ese momento.

Está claro que esa madre biológica desconoce por completo la forma adecuada de abordar este asunto y no la podemos culpar por ello. Se ha dejado llevar por la emoción y por lo que hayan podido ofrecerle estos medios.

Es un tema muy sensible que no se debe ni se puede abordar de la forma en que lo han hecho estos señores.

Por ello han surgido varias voces denunciando este hecho, voces que tristemente no tienen el eco de estos grandes medios de masas, pues no son tan "mediáticas" ni venden ningún titular. Voces como la de la asociación La voz de los adoptados, formada por personas adoptadas adultas cuyo principal objetivo es "sensibilizar y proteger el derecho de las personas adoptadas y especialmente de las menores".

Aquí un extracto del comunicado que han emitido:

"Resulta paradójico que en su artículo se escandalicen de que en el momento de la adopción de esta joven alguien publicase su nombre de origen en un periódico, algo contrario toda norma, y ahora ustedes hagan lo mismo, dando a conocer a toda la opinión pública algo que pertenece única y exclusivamente a la intimidad y privacidad de María Isabel Pantoja Martín (hija). Esta intimidad no puede ser violada por nadie, incluyendo a sus familias adoptiva y biológica, puesto que está amparada por la ley española 54/2007. Al constituir delito, deseamos y exhortamos a la justicia para que lleve a cabo su cometido en cumplimiento de legislación vigente.

(...)

La búsqueda de orígenes es un derecho reconocido de toda persona adoptada; en ninguna legislación se reconoce éste para las familias de origen y mucho menos para los periodistas que se han ocupado de pasar tres días con la presunta madre biológica de María Isabel Pantoja Martín (hija)".


Siento profundamente lo que está pasando porque nadie merece ser tratado así, independientemente de que haya decidido entrar en el mundo rosa por otros motivos.

Y siento como si me clavaran un puñal sólo de pensar en lo que puede venir ahora. Gente con la sensibilidad de una esponja de mar que se te acerca y te pregunta a bocajarro cosas tan lindas como ésta:

"¿Qué harías tú si te viene la madre de tu hija?"

"¿Sus padres viven? ¿tiene hermanos?"

"¿Por qué la abandonaron?"

Por favor, un poco de respeto.






3 comentarios:

  1. Es asqueroso lo que está pasando, no quiero juzgar a la señora que lo suyo habrá pasado (sea como seas o tengas las razones que tengas no creo que sea fácil entregar a un hijo), no la disculpo, pero ni siquiera la juzgaría si lo hace por dinero porque sé cómo de mal se puede vivir en Perú cuando vives mal, cuando no tienes nada...

    pero lo de los "periodistas" que han hecho la investigación, que vienen de un entorno diferente, que han tenido acceso a una educación, que saben el daño que están haciendo... eso es de ser despreciable.

    espero que la familia sepa apoyar a Isabel, decida lo que decida.

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    1. Yo tampoco quiero juzgarla a ella porque, aparte de lo que dices, estoy segura de que no sabe otra forma de hacerlo. Juzgo a los medios, a los periodistas, o más que a ellos a sus jefes que ponen el dinero ahí y deciden que esa entrevista tiene que salir. Rentable les ha salido porque Lecturas agotó la revista en horas y no sé la audiencia de la tele pero andaría ahí ahí.

      Es muy triste y da mucha rabia.

      Gracias por tu comentario.

      Besitos

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  2. Una gran reflexión, yo también me siento indignada totalmente, con la desfachatez de la gente.

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