martes, 22 de septiembre de 2015

No es tu culpa

"Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie".

Concepción Arenal


No es tu culpa que el día haya amanecido gris y que sea un miércoles insulso de mierda.

Ni que la gente vaya nerviosa en la carretera y te adelanten por la derecha, sin mirar, pitándote sin parar.

Ni que te duela la cabeza por el cambio de tiempo, el hormonal o el de armario.

No es tu culpa, tampoco, que los niños te pusieran nerviosa esta mañana porque se tiraron la leche encima, y que no tuvieras más remedio que pegar unos cuantos gritos que escucharon los vecinos de enfrente, mientras salían a pasear al perro. No lo es que olvidaras, por todo ello, meterles el desayuno en la mochila y guardar en el bolso el cable de tu portátil. Ni que te echaran la bronca los de marketing porque el día anterior enviaste un mail sin el archivo adjunto que iba a ser usado a las 9:00 horas de Hong Kong para una presentación muy importante

No es tu culpa ni siquiera que casi atropellaras a ese señor que se ha lanzado al paso de cebra sin mirar. La gente es una inconsciente. Se creen que nunca les va a pasar nada.

No es tu culpa que tuvieras que aparcar tan cerca del coche de al lado, de manera que tu compañera de trabajo haya tenido que salir de su vehículo por la puerta del copiloto.

Ni que hayas pasado sin saludar por los pasillos. Ni que le hayas soltado un bufido al becario porque nunca se entera de nada.

¿Culpable por no haber llamado a tu madre para preguntarle qué tal el médico? Es que llegas agotada a casa y la memoria te falla.

¿Culpable por tomar pasta con queso en la comida? Es que hoy te sientes sin fuerzas.

¿Culpable por haber perdido el tiempo con facebook en horas de trabajo? Es que necesitabas evadirte un poco del estrés del día.

Y si llamas a tu suegra para que te recoja a los nenes del cole, es porque te pusieron una reunión a última hora.

Cuando por fin llegas a casa, decides que el día se ha acabado por hoy, que no piensas mover un dedo más, y que para cenar pedirás una pizza. No es tu culpa, querida mía, que la nevera sólo contenga un tomate seco, margarina, leche y un medio pimiento.

Mañana será otro día. No te tortures.

2 comentarios:

  1. Me quedo con la última frase, hay días que parecen haberse hecho para agotar la paciencia desde que pones el pie en el suelo, por mucho que intentas cambiar ese destino, te machaca minuto a minuto con que no puedes cambiarlo... Pero mañana es otro día. Casualmente, miércoles también ;)

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  2. he tenido días de nevera con medio limón y dos bolsas de ketchup, siempre hay días mejores, siempre hay días peores, pero todos pasan ^^

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