miércoles, 1 de abril de 2015

Cosas que me pasaron en Disneyland París y que no esperaba y otras que sí

Disneyland París
Personajes Disney


Cuando era pequeña no existía Disneyland París sino Disneyworld Orlando, y allá era donde todos los niños soñábamos ir. Sueños que se quedaron en eso, en sueños infantiles, pues muy pocos, sólo unos privilegiados a los que no tuve el gusto de conocer en mi entorno cercano, pudieron hacer realidad.


Entrada a Disneyworld
Entrada a Disneyworld


El 12 de abril de 1992, fecha en la que se inauguró el entonces llamado Eurodisney, yo ya contaba con 18 años, iba a la Universidad, y sólo pensaba en hacer viajes a Londres, Nueva York y cosas por el estilo. Disney me quedaba tan lejos como la infancia. Así que, con un poco de nostalgia por lo que pude haber sido y no fue, dejé el viaje pendiente para más adelante. Sabía que el ser madre le aportaría el atractivo que necesitaba.

Desde que tuve a mi primera hija quise llevarla, sobre todo en esa etapa de princesas que todas o casi todas pasan. Aunque a los cinco años ya me dijo un día muy seria: "mamá, ya no quiero ser princesa, quiero ser exploradora". Cosa que me gustó, pues a mí el rollo princesas es lo que menos me va del universo Disney. Las exploradoras (y no Dora precisamente) molan más.

Mi princesa favorita, Mérida
Creo que es mejor ir al parque Disney a partir de los cinco o seis años. Antes no, porque luego no les quedan los recuerdos. Después de esa edad, hasta los doce años más o menos, pueden seguir conservando esa ilusión de niños que tan necesaria es para disfrutar de verdad de este lugar. Aparte que, cuestión importante, pagan como niños y no como adultos. Cosa muy a tener en cuenta en un sitio donde los precios son tan altos que parecen una broma, pero son tan verdad como las manchas de los polos del cole.

Así que, como mi segunda niña llegó cuando la mayor tenía cinco...hemos esperado hasta este año para hacer realidad el viaje a Disneyland. Por eso y porque la coyuntura económica no lo ha permitido antes. Ellas tienen once y seis años.

Lo primero que no me esperaba fue comprobar en la agencia de viajes que esa oferta de niños gratis hasta 12 años es un poco "timo". La primera vez que preguntamos salí de allí con el alma por los pies porque el precio que me dieron superaba con creces mis posibilidades. Y eso que era temporada baja, en el mes de marzo.

Como soy muy cabezota, ejem, perseverante, no me conformé, y me puse a investigar por Internet, directamente en la web del parque. También en otras agencias, en blogs y todo lo que pillé que hablara de Disneyland París. Y se me ocurrió hacer una búsqueda de los vuelos en Iberia. Voilà, conseguí un precio muy bueno por los vuelos, ademas en mejor horario en las fechas en las que queríamos ir, del 18 al 21 de marzo. 425 euros por los cuatro. Reservé los vuelos, pues te dejan hacerlo sin comprar durante un par de días, y me fui al día siguiente de nuevo a la agencia.

Hotel Santa Fé en Disneyland París
Pedí precio sin la oferta de niños gratis, pues las plazas de esa oferta estaban todas ocupadas excepto para hoteles Disney a partir del Newport (de los más caros) y me dieron un presupuesto muy bueno (sí, creedme, es muy bueno si tenemos en cuenta a dónde vamos) en el Santa Fé, por 1200 euros, 3 noches, 3 días de pensión completa y 3 días de entradas al parque. Nosotros queríamos dormir en los hoteles Disney pues la intención era ir solamente una vez y ya hacíamos la gracia completa. Aunque a toro pasado, me doy cuenta de que estar en los hoteles es mejor únicamente por comodidad, ya que el parque está a pocos minutos en un autobús que pasa cada quince por la puerta del hotel.

No contratamos los traslados en la agencia, pues yo, feliz de mí, creía que podíamos apañarnos con el RER, el cercanías de París. Un día antes del viaje me puse a mirar los precios y me di cuenta de que no merecía la pena, pues los billetes salían caros y el trayecto era infinitamente más incómodo. Así que contraté un taxi con precio cerrado en MyTaxi, por internet. 75 euros y como reyes. El autobús VEA que va a los parques cuesta 72 para 4 personas. A la vuelta, en cambio, como el RER era gratis debido a la contaminación de la ciudad, sí que optamos por ir en tren. Tuvimos que pagar algo más de 27 euros por el Orlyval, que es el tren que une la estación de Antony con el aeropuerto de Orly, pues esa parte no la pusieron gratis. Aún así nos salió genial de precio.

Una vez allí, por fin, tras dejar las maletas en la habitación, decorada con motivos de las película Cars, y sin nevera ni bolsa para la ropa sucia (para mí fundamentales ambas), nos fuimos disparados al parque. Eran las 3:30 de la tarde. Estábamos ansiosos.




Llegar a las puertas del parque, el Disneyland Parc, pues hay otro llamado Walt Disney Studios, fue algo mágico para las niñas. Esa primera foto delante de la estatua de Mickey, que supongo todo el mundo hace, está llena de ilusión y de ganas por descubrir todo lo que alberga el complejo. Para ellas no es un parque temático, aunque lo es con todas las letras, para ellas es como estar dentro de un cuento, de muchos cuentos a la vez, y todo llama su atención, todo merece un "mira mamá".

Otra de las cosas que no esperaba era que, sin haber planificado apenas el viaje, todo salió rodado. Me dejé llevar, tal y como me aconsejó una sabia amiga, y mi ansiedad por pensar que no nos iba a dar tiempo a nada, dio paso al disfrute. Me puse la careta de niña, me trasladé a mis siete años, y empecé a verlo todo de otro color. Es importante hacer esto, pues de otra forma, el parque te puede parecer una cosa abominable, llena de señores adultos disfrazados de muñecos o de chicas de veinte vestidas de princesas. Repleto de decorados falsos de cartón piedra, trenes de la bruja sofisticados y templos del consumo por todas partes, a rebosar de juguetes Disney, camisetas Disney, dulces Disney...donde no puedes comprar nada por menos de 3 euros, ni el agua. Puedes acabar muy mal si no te pones en la piel de un niño.

Sobre todo si piensas en las famosas colas. Esas colas horrorosas que te han dicho todos que vas a encontrar y de hecho lo ves. Ves las atracciones preparadas para asumir hordas de gente dispuestas a pasar dos horas de pie con tal de ver a los Piratas del Caribe o montar en la atracción de Buzz Light Year.

Pues bien, nosotros no tuvimos que hacer colas en casi ninguna atracción, ninguno de los 3 días. Me dijeron que daba igual la época del año en que fueras. Sin embargo, no sé si fue el frío, que eso sí, hizo mucho, o que el cielo amenazaba lluvia, nosotros tuvimos suerte. En casi todas las atracciones teníamos como máximo 10 minutos de espera, en otros cero, como la montaña rusa Big Thunder Mountain, que le dio un poco de miedo a la peque, todo hay que decirlo. Esta ausencia de personal nos permitió montar en todo lo que queríamos. Las únicas 3 filas importantes que hicimos fueron: en el Teatro de Mickey para hacernos la foto con él, en la calle para hacernos la foto con Goofy y en Walt Disney Studios, en Ratatouille, la mejor atracción de todas para mi gusto. Merece la pena esperar, de verdad.



¿Lo que más nos gustó?

Sin duda el espectáculo nocturno sobre el Castillo de la Bella Durmiente, castillo que, por cierto, una esperaba mucho más grande y espectacular de lo que es en realidad. Eso sí, en las fotos queda genial. El espectáculo se hizo a las 8 de la tarde, un poco antes de cerrar el parque. De hecho sobre las 7:30 ya casi no dejan subir a ninguna atracción ni puedes pasar por las inmediaciones del castillo. Horario de invierno, en verano todo se alarga más. Nosotros sólo quisimos verlo una vez, para conservar en el recuerdo lo sorprendente y grandioso del descubrimiento inicial. Bueno, por eso y porque si esperas al final luego sí encuentras colas para salir del parque y coger el autobús de vuelta al hotel :)




Otra de las cosas que nos encantó, en especial a las peques, fue la cabalgata de carrozas y personajes que se celebra todas las tardes por la calle principal Main Street. La vimos el mismo día de la llegada, mientras degustábamos nuestra pause gourmande, un detalle que nos daban a los húespedes de los hoteles Disney, consistente en una bebida caliente o fría y un donut o barra de helado. Otra cosa con la que no contaba y que nos vino de perlas, aunque, eso sí, saltándome todos los protocolos del malamadrismo, había sido previsora y me había llenado las maletas de galletas, frutos secos, pan y fiambres comprados en el super del barrio, para tomar entre horas,ya que los precios del parque son prohibitivos. Las botellas de agua rellenables las compré en una máquina del aeropuerto a 1,60.




¿Qué más cosas?

Reservar en los restaurantes un día antes para las comidas y cenas. Me lo aconsejó otra buena amiga y le hice caso, aunque creo que no nos hubiera hecho falta porque como ya he contado no había mucha gente. Eso sí, no es necesario hacerlo por teléfono desde España. Allí en el hotel te lo hacen sin problemas y mucho más fácil. Normalmente hablan español. Otra cosa que me alucinó. Yo, que quería practicar mi francés, no pude. Todo el mundo te habla en español (o casi), aunque tú les hables en francés (debo hablarlo tan mal que no me extraña). Aparte de que hay muchos españoles trabajando allí.


Nosotros quisimos salirnos un poco de los restaurantes estándar de nuestra pensión completa. Hay tres niveles y el nuestro era el básico. Y, aunque he de decir que la comida no es tan mala como la gente dice, una noche decidimos darnos un pequeño homenaje en el Blue Lagoon, donde la gracia reside en que está al lado del lago de la atracción de Piratas del Caribe. 

¿Qué quieres que te diga? El sitio está chulo, de nuevo si lo miras con ojos de niño, y no piensas que estás encerrado en un sotano a oscuras rodeado de decorados de piratas que dan un poco de grima. Pero la comida es muy normalita, si te ciñes al menú para que no te salga por un ojo de la cara. Si volviera a Disney, me ceñiría a los restaurantes de la lista y, si acaso, iría a ver el espectáculo de Buffalo Bill's Wild West Show, que nos quedamos con ganas, en el Disney Village.

¿Más cosas?

Al parecer lo típico es que los niños lleven un cuaderno que te venden por todos sitios para los autógrafos de los personajes. Yo quería comprarlo aquí en España pero se me olvidó y, sinceramente, cuando nos dimos cuenta ya no nos merecía la pena. Aparte que eso suponía hacer colas cada vez que veíamos a un personaje. Para lo cual, menos mal, ni mis hijas estaban dispuestas.

Tampoco hicimos la super cola de dos horas para la foto con una princesa Disney. A L.E. no le importó en absoluto. Ella era feliz sólo con pasear por allí. A L. le interesaban más otras cosas, como las grutas de los piratas y la casa en el árbol.

Podría hacer interminable este post contando una a una nuestras aventuras por allí. Así que, de momento, lo dejamos aquí. 

En resumen puedo decir que la experiencia fue muy buena, a pesar del frío. Que el hotel no era tan chulo, pero era cómodo (ponte a coger un tren a París después de un día entero de parque con las niñas reventadas) ni la comida tan horrible, ni las colas tan tremendas (en nuestro caso). 

Y que la ilusión y la inocencia con las que mis hijas recibían y contemplaban todo lo que les salía al paso eran  tal y como había imaginado. Perfectas.


¿Y tú, has estado en Disney o tienes ganas de hacerlo?









7 comentarios:

  1. No sabes como me alegra leerte..... Que hayas podido llevar a las niñas con la ilusión que tenías....... Me alegro que fuese perfecto.

    Besos

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    1. Gracias corazón, la verdad que sí, fue un sueño cumplido y estoy feliz por ello. Besossss

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  2. he ido a los parques disney en orlando, paris y tokyo siendo ya mayor de edad y me sigue encantando, oye!

    al de parís fuimos un octubre y fue una pasada porque no había gente los días de semana (llegaron el sábado), teníamos las horas extras gratis (entrábamos a las 8 am) y coincidimos con la fiesta de halloween que se hace de noche y es muy pero muy especial!!! salen los villanos, los demás personajes están disfrazados y hay atracciones abiertas hasta tardísimo.

    estuvimos en el sequoia lodge con media pensión, tanto en el desayuno como en la cena teníamos buffet libre así que con unas barritas y zumos pasábamos el día.

    el sr. torres nunca había ido a nada de disney (odiaba!) y ahora esperamos poder ir a orlando cuando mi hermana lleve a mi sobri ^^

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    1. Qué guay! Has ido a Orlando y Tokyo? Eres mi ídola. Me encanta tu alma de niña, y oye, lo de la media pensión lo pensé una vez allí. Hubiéramos podido hacer perfectamente lo del desayuno y cena prontito, con el avituallamiento que llevaba de casa... A la próxima :)

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  3. Me alegro mucho de que lo hayáis disfrutado tanto. Nosotros estamos como locos por ir: Es nuestro plan para 2016 y ya estamos ahorrando para cumplirlo. ¡Besos!

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  4. Yo fui con mis primos y mis hijas hace dos años, la pequeña apenas se enteró, pero era la ocasión perfecta para ir todos, antes de que ellos se hicieran más grandes. Volveré con mis hijas un poco más grandes. La mayor aún se acuerda de cosas, sobre todo del castillo!

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  5. Gracias por el post! Ya te contaré nuestra experiencia en pleno mes de agosto y con el parque lleno.

    Un abrazo

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