viernes, 9 de octubre de 2015

Se lleva y no se lleva


Se llevan las fotos de famosas con la cara lavada. Como si alguien les hubiera dicho que así la gente las va a querer más.

Las fotos de madres enseñando sus marcas de embarazo o su rostro cansado. Como si algunas le plantaran cara a la supuesta belleza de la perfección, que es la más imperfecta de las bellezas.

Se llevan las citas patéticas de políticos ídem en twitter. Diciendo cosas absurdas, intentando parecer más cercanos, más humanos. Se llevan los políticos bailando en la tele, en un país nuestro cada vez más americanizado, cada vez más marketinizado, si es que esa palabra alguna vez llega a existir. Y me perdonen.

Los textos reivindicativos de la vida en pareja sin vivir en pareja. Quiero estar contigo y seguir siendo YO. Déjame vivir a mi manera, sin sentirme atado a ti. Permíteme tener sexo contigo, de ese salvaje que se hace en las películas con tanto glamour y que no tiene ni una toma en falso, nada que deje intuir lo poco estiloso de nuestros intercambios carnales. Consigue que crea que el amor no me liga a ti, que si te vas, no pasará nada porque otra persona llegará mañana y yo soy sólo amante de la vida.

Las causas solidarias están, tan triste, de moda: por los refugiados, los niños con enfermedades raras, los animales, las plantas. Millones de fotos y textos se comparten cada día por miles de causas. Nos sentimos mal, queremos hacer más, podemos hacer más. Y le damos un like.

Se llevan también frases que abogan por la felicidad, el amor, que no la guerra, la alegría. Buen rollo, sonríe, feliz lunes-martes-miércoles, la vida es maravillosa (a pesar de los niños muertos y los desahucios).

Los chistes cabronis, el humor ácido, las viñetas que denuncian a los jetas. 

Los vídeos de gente que enseña a hacer pulseras, libros de scrap, tartas alucinantes, trenzas super cool, a cambiar una rueda del coche o a cambiar de rumbo. Si quieres cambiar tu vida, pincha aquí. Como si cambiar de vida fuera algo urgente y necesario. 

Pobre seres infelices que viven una vida de mierda mientras que les obligan a sonreír a todas horas.

No se lleva nada el mal humor (excepto si conduces) o increpas a un político o banquero. Las lágrimas (a no ser que llores por una desgracia ajena). Las palabras que nunca debes pronunciar en una anuncio de la tele. 

No se lleva el silencio. La calma. El no estar en todas partes, a todas horas, haciendo todas las cosas posibles para DISFRUTAR de la vida.

No se lleva el "siempre" o el "nunca" ni el bien y el mal. Sí lo que está en medio, lo que muta, lo que hoy dije mañana puede que no sirva. 

El mundo gira alrededor de unos mientras que a otros les pasa por encima.

Érase una vez un cuento que no nos creemos y que seguimos contando en bucle. Un día sí, un día más.

5 comentarios:

  1. Qué razón tienes!
    Muy buena reflexión!
    GRACIAS

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  2. Creo que siempre ha sido así, pero ahora lo llevamos todo en el bolsillo

    y siempre lo tengo en mute, para bien o para mal!

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    1. ¿Tú crees? Puede ser, aunque llevo navegando por estos mares casi 20 años y no sé, me da la sensación de que ahora todo se acrecienta, las redes sociales tienen mucho que ver.

      Yo también lo tengo en mute y no me entero de la mitad de llamadas!

      Gracias por venir

      Besos

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  3. El texto es precioso. Creo que Fran tiene razón con lo de que llevar el mundo en el bolsillo es un estrés y tu frase "No se lleva el silencio. La calma. El no estar en todas partes, a todas horas, haciendo todas las cosas posibles para DISFRUTAR de la vida" lo retrata a la perfección. ¡Un beso, Bego!

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