sábado, 6 de diciembre de 2014

Ese día que nunca llega


Nuestro primer pensamiento del lunes es el viernes próximo. Nos encantaría tener una varita mágica que nos permitiera pasar del lunes al viernes en un momento, sin necesidad de vivir nuestra rutinaria vida de "entre semana".

Vivimos pendientes de las fiestas patronales. De los puentes. De los días de libre disposición. Los humanos desearíamos estar de vacaciones eternamente. Y el resto de días del calendario no cuentan, no nos interesan, no molan.

La primera cosa que hacemos al llegar al trabajo tras nuestras merecidas (o no) vacaciones es contar los días que quedan hasta las siguientes. Como si la vida sólo sucediera en los dias libres. Como si el resto de dias que nos regala el destino no fueran importantes ni merecieran ser disfrutados.

Vivimos en permanente estado de deseo hacia momentos del futuro que parecen no llegar nunca. 

Soñamos con acabar de pagar el coche, el crédito personal, el televisor a plazos. Para volver a poder comprar cosas nuevas. Poco a poco. Mes a mes.

Nos imaginamos el día en que acabemos de pagar la hipoteca. Queremos que llegue pero, por otro lado, sabemos que seremos muy mayores, y nos da un poco de vértigo.

Queremos que nuestros hijos crezcan, para que nos dejen dormir un poco más, para no tener que hacer los deberes con ellos, para que nos ayuden en casa.

Queremos hacer ya ese examen, quitarnos de encima ese proyecto que nos agobia, que pase el período de carencia de nuestro seguro, que acabe el año, que acabe la crisis, que acabe la legislatura.

Estamos tan pendientes de que llegue ese ansiado día que parece no llegar nunca, que nos olvidamos de disfrutar del camino.

Nos olvidamos de que las cosas más importantes de nuestra vida nos han podido pasar de lunes a viernes. De que cada día es un regalo que merece toda nuestra atención. De que si ponemos un poco de nuestra parte, todos los dias del año pueden ser especiales. De que si utilizamos nuestra mente para pensar en el ahora, y dejamos de darle vueltas al después, puede que vivamos un poquito más tranquilos. Y por ende, más felices.


5 comentarios:

  1. Tienes toda la razón y me siento tremendamente identificada,ojala sepamos disfrutar del día a día.,un besazo

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  2. Cuanta razón.
    Dejamos pasar la vida centrándonos en mañana y tal vez mañana ya no estemos aquí.
    Un saludo!

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  3. Tal cual......deseamos tanto el viernes que no disfrutamos de las maravillas que nos puede dar un martes..... El ser humano es así....l vivimos en la cultura de la inmediatez y ansia os desesperadamente que pase rápido el tiempo para llegar a......y cuando llega no disfrutamos porque nos amargamos pensando que hasta dentro de......

    Tu ya me entiendes

    Un beso cielo

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  4. Me gustó mucho eso de que las mejores cosas de la vida no tienen por qué pasar en el fin de semana. El camino es lo importante, no el destino, y a veces, se nos olvida. Besos

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  5. Sí, estoy contigo en que muchas veces nos olvidamos de vivir el momento, y esperamos, y deseamos que llegue un nuevo día, un nuevo momento, sin llegar a disfrutarlo plenamente.

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