martes, 21 de octubre de 2014

La pequeña se hace grande


En unas horas entraré a tu cuarto sigilosa y te despertaré con una canción de felicitación del You Tube, como viene siendo tradición.

Sé que sonreirás aún sin abrir los ojos. Porque sonríes siempre antes de nada. Lo primero que vi de ti al conocerte en Addis Abeba fue tu sonrisa eterna. Y se me quedó clavada para siempre, como tu forma de agarrarme del hombro o de darme palmaditas en la espalda. Lo hacías con cinco meses y lo sigues haciendo ahora con seis años.

Seis años ya amore. Seis. 

Si ya eres nerviosa de normal, cómo no ibas a estarlo hoy sabiendo que mañana es tu cumple. Lo que te gusta que te llame la gente para felicitarte. Los regalos de casa. Te hemos preparado algo para que practiques tu vocaciön de cocinera. Esperamos que te guste. Y lo que te encanta llevar al cole cositas, como los aspitos y batidos de chocolate que tenemos ya preparados. Las alergias no nos dejan llevar otra cosa.

Tendrás que esperar aún mucho para que sea tu gran celebración con tus amigos del cole. ¿Aguantarás? ¿Lo haré yo escuchando cada día tus preguntas sobre cuánto falta?

Mañana, al ser martes, no podremos estar juntas ni pasar un día fabuloso en familia. Hay que ir al cole como cada día. Incluso tienes tu primer examen. No pasa nada. Porque a la tarde vamos a hacer ese salami de nutella tan rico que te he prometido y vamos a cenar esas alitas de pollo que tanto de gustan. Sí, con patatas fritas.

"Qué llena de alegría está esta niña" nos dijo ayer una señora mayor que nos cruzamos en el ascensor. Pues sí, es tu mayor virtud. Tu alegría y tu capacidad de contagiarla a los que están cerca de ti.

Cumples seis años, "pero parece que tengo ocho o nueve" dices tú adelantándote a los comentarios que siempre suceden cuando la gente se entera de tu edad. Sí, eres grande en tamaño pero chiquita a la vez. Porque eres eso, una niña de seis años, con toda la inocencia y todas las ganas de jugar y de moverte que puede tener una niña de esta edad. Bueno, toda y alguna más. Porque inquieta y movida eres un rato. Tanto que a tu padre y a mí nos cuesta muchas veces entenderte. A veces no tenemos la paciencia que te mereces, y levantamos la voz para que nos hagas caso mientras tú parece que no nos oyes y sigues saltando, cantando, persiguiendo a tu hermana por el pasillo. Y si nosotros olvidamos a veces cómo eres y cómo motivarte mejor a hacer algo, que no le pasará a otros, como tu nueva profe de este año.

A veces quisiera poder ir contigo al cole, y estar ahí cuando te sientas sola, o disgustada o triste, si es que alguna vez te sientes así. Me gustaría ir a hablar con cada uno de los profesores, y los padres y madres, y los niños. Contarles cómo eres, para que, al conocerte, todos fueran capaces de quererte y ninguno se atreviera jamás a hacerte daño. Estas cosas las pensamos la mayoría de las madres alguna vez. Es absurdo, pues no es posible, sin embargo lo pensamos. 

No quiero que te vean como la niña más grande de primero de primaria, la negrita de primero de primaria, la niña a la que le cuesta leer de primero de primaria, la niña a la que le cuesta hablar inglés, la niña que fue adoptada en Etiopía, la niña que no para un momento, la niña un poco rara porque sus padres son blancos y su hermana también.

Quiero que te vean como la niña con un corazón gigante que es capaz de ponerse en el lugar del otro en cada momento y que quiere a las personas de verdad. Quiero que te vean como la niña simpática y sonriente que eres, la niña cariñosa, la niña sensible, la niña con ansias de aprender, la niña a la que le encanta bromear. La niña con piel y pelo preciosos a la que le sientan bien todos los colores. La niña que se muere de ganas porque la quieran sus amigos y que les quiere hasta el infinito y más allá. La niña curiosa y preguntona que empiezas a ser, preocupada por los enigmas más antiguos de la humanidad así como porque todo el mundo esté contento. La niña que colorea sus dibujos con las mezclas de tonos más alegres del mundo. 

Mi niña. Mi pequeña. Muchas felicidades princesa. Te quiero mucho y recuerda que te querría aunque fueras un dinosaurio.




4 comentarios:

  1. Muchas felicidades princesa!!! Y muchas felicidades para ti vosotros también. Muak!

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  2. Begooooo!!! Ahora sí! :-) Feliz cumpleaños a ti y a la alegría de la casa! Doy fe de que ese es, en efecto, el sentimiento que transmite tu hija desde el minuto cero.

    Gozo y alboroto vienen en pack :-D
    Pero quién quiere sosiego y aburrición?? ;-)

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  3. Muchas felicidades a la peque!! Espero que viváis la celebración por todo lo grande, como os merecéis.

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