Cada cierto tiempo experimentaba una gran presión, como si alguien tratara de estrujarle, como si le estuvieran empujando a salir, a comenzar de nuevo lejos de allí, fuera de aquel lugar en el que llevaba viviendo toda su vida y donde tan a gusto se encontraba.
De repente notó que se movía, atraído por una gran fuerza que tiraba de él sin que pudiera evitarlo. Sintió un gran nudo en el estómago que le empezó a crecer y a llenar de miedo el cuerpo.
Cada vez la fuerza desconocida era más intensa, las sacudidas más fuertes. Se escuchaba su eco a lo lejos. Sintió que se tambaleaban sus entrañas. La garganta se le secaba y tenía mucho calor. La cabeza le iba a estallar de dolor. Se encogió todo lo que pudo en un intento por esquivar aquella cosa que intentaba arrancarle de allí y llevarlo con ella. Parecía que se ahogaba, no podía respirar, ¿qué estaba pasando? Era muy raro porque a la vez que lo temía, lo deseaba.
Cuando ya parecía que no podía soportarlo más y que había llegado el fin, sucedió algo muy extraño, más aún que todo lo que acababa de pasar. Le empezaron a doler los ojos a causa de un gran resplandor. Escuchó un llanto desconocido que le salía de la garganta y acto seguido sintió una voz dulce y preciosa, como de sirena, que le dijo al oído: "bienvenido al mundo hijo mío".
:)
ResponderEliminarPlas plas plas!!
ResponderEliminarbuffff, y yo pensando que llegaba al cielo!!!!! Precioso
ResponderEliminarPrecioso!!!!
ResponderEliminar👏👏👏👏👏👏
Ooooh!!! Bego!! qué final (o debería decir inicio) más sorprendente!! :-D
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