Al final has tenido la razón. Soy yo y no otra la que te ha estado jodiendo la vida (con perdón) desde hace ya once años (¿once ya? cómo pasa el tiempo).
Sí, lo sé, me odias, sobre todo por mi tendencia a ocultarme en lo más recóndito para no ser reconocida. En realidad no lo hago a propósito. Tú sabes que siempre estuve ahí. El problema es que esos médicos ignorantes y desconsiderados no supieron ni quisieron verme. Y lo peor, no te creyeron.
¿Cómo te atreves siquiera a sugerir a un doctor la posible causa de tus dolores? Sabes tan bien como yo que esas cosas no les gustan y que sólo por ello van a dejar de escucharte en esos cinco o diez minutos de consulta, donde ellos son los reyes y reinas y tú una pobre súbdita que tiene que rendirles pleitesía.
Tras todos estos años a tu lado, tras todos estos días y noches juntas, más de 4.000, me alegro de que por fin nos hayan presentado formalmente. Te he cogido cariño, esa es la verdad. Porque reconozco que soy mala sí, pero el roce ya sabes. Hay días que hasta me siento rara por ser tan puñetera con tu cuerpo.
Si lo piensas bien, estoy aquí gracias a que fuiste madre y eso, reconócelo, es algo que no cambiarías por nada del mundo. ¿Que es verdad que quizá se podía haber evitado si no te hubieran practicando una cesárea? pues sí mira, lo reconozco. Tu ginecólogo tuvo mucha prisa porque dieras a luz. No era el momento, aunque nadie te asegura que yo no te hubiera elegido como compañera de vida de haber tenido un parto natural. Soy misteriosa y escurridiza, no lo puedo evitar.
Como te decía, ayer me dio subidón cuando la doctora pronunció mi nombre y a ti casi te da un pasmo. Me dio cosilla verte ahí, tan sola, tan indefensa, en medio de aquella sala donde necesitabas tanto un abrazo. Y a la vez me dio gusto de que por fin me pusieras cara.
Sé que te cayeron como una losa todos esos duros momentos pasados. Tu deambular por los hospitales y consultas, tus ingresos, tus visitas a urgencias, las decenas de pruebas realizadas en mi busca sin encontrar ni rastro de la causa de tu enorme dolor. Electromiogramas (2) resonancias de la columna, caderas, cuello (10?), colonoscopias (4), TACs, gammagrafías (3), análisis de sangre de todo tipo, pruebas con contraste y sin... Los diagnósticos erróneos: fibromialgia (ese saco donde van a parar muchas veces todas las enfermedades que los médicos nos saben reconocer y que no son fibromialgia), sacroíleitis, trocanteritis, posible celiaquía, etc, etc. Las diferentes especialidades médicas que te han escudriñado: medicina interna, traumatólogos, urólogos, reumatólogos, neurocirujanos, de digestivo y, cómo no, varios ginecólogos que nunca hicieron un amago de buscar más allá de la simple eco de rutina. Todos los medicamentos consumidos: desde anti depresivos hasta opiáceos (sin resultados). Todas las visitas al fisio. Todos las partes de tu cuerpo que he ido poco a poco conquistando: el sacro, la cadera, la pierna, el ovario, el intestino, el glúteo...
Todas las lágrimas. Todas las noche sin dormir. Todas las quejas que callaste por no parecer enferma, por querer llevar una vida normal, sin días de baja, sin victimismos. Toda la desesperación.
Todo eso se precipitó de golpe sobre ti ayer, mientras la doctora dibujaba tu mal en un folio en blanco con su boli azul.
O pastillas o extirpar todo. Esas son las dos soluciones que te ofrecieron. Sí, soy una cabrona, no me ando con medias tintas. Además no te puedo prometer que esas píldoras tengan algún efecto sobre mí. A veces son como tomar agua.
No quiero quitarte la ilusión, ¿eh? No creas, sólo te aviso para que luego no me digas que no lo hice.
Eso sí, no pienso largarme de aquí. Puede que deje de hacerte daño (habrá que verlo) pero jamás me ire de tu lado. Ni siquiera cuando te llegue la menopausia, pues las partes que ya he dañado seguirán estando ahí, a no ser que al final decidas cortar por lo sano.
Buena suerte
Atentamente
Tu endometriosis
La mía no habla conmigo. Dos veces le hice frente. Y ahora la tengo domada a base de pastillas. Bienvenida al club...
ResponderEliminarNo tenía idea de lo tuyo Marta, me alegro de que la tengas domada, ojalá yo lo consifa. Un beso guapa, cuídate.
EliminarEstoy segura de que podrás con ella. Yo trataba de animarte con el comentario, y pude parecer un poco banal, pero se consigue "domarla", al menos en cuanto a dolor se refiere.
EliminarMucho ánimo, y para cualquier cosa, ya sabes donde estoy ;)
No te preocupes, no me pareció banal para nada. Muchas gracias por tus ánimos, tengo fe en dominarla, ojalá! Besitos
EliminarBrutal, Bego. Celebro que por fin sepas a lo que te enfrentas. Ahora a combatirla o a liquidarla. Tú decides. Tú puedes con ella, ahora que por fin la tienes frente a frente. Aunque reconozco que con lo bien que escribe corres el riesgo de cogerle cariño...
ResponderEliminarFuerza!
Gracias Nuria, voy a combatirla con todas mis fuerzas, hasta ahora había aprendido a convivir con el dolor ya que no sabían decirme cómo se llamaba, pero ya me he cansado...que se prepare!!! Besos
EliminarHas cogido el toro por los cuernos, ¡A por ello! Esas pastillas van a funcionar. Créelo con todas tus fuerzas. ¡Un abrazo enorme! Te lo vas a merendar, campeona.
ResponderEliminarSíiiiii, me lo quiero creer y me lo creo. Ojalá se así. Muchas gracias y muchos besos.
EliminarAy por Dios! Como debiste quedarte en el médico... Bueno ya sabes que es y seguro que puedes con ella!! Ánimo. Besotes y fuerza.
ResponderEliminarMuchas gracias! Me quedé casi sin poder hablar, fue todo muy raro y a la vez reconfortante. Besos
EliminarMucho animo y yo quiero abrazarte,estoy segura de que conseguirás vencerla,un beso muy grande
ResponderEliminarSiento tu abrazo en la distancia...besos mil y gracias
EliminarTe había escrito un speech de ánimo y solidaridad y no sé dónde se ha ido. En resumen y por si todavía aparece: tú puedes con todo, sin duda, así q adelante. Es una p*****, pero por lo menos ya sabes a qué te enfrentas. No saber es lo peor. Muchos bss.
ResponderEliminarMuchas gracias Henar, la cosa ha tardado más de lo previsto pero finalmente salió a la luz...estoy muy contenta de saber qué es pues es el primer paso para ganar la batalla. Muchos besos.
EliminarHola! Siento mucho la enfermedad, yo también la tengo pero controlada con pastillas. Entiendo lo duro que es que tu sepas lo que tienes..lo intuyas y el resto te diga que no. Que exageras, que no duele tanto...les.duele a ellos?? Entonces que no nos digan si duele o no! En fin..es una lucha lo se.
ResponderEliminarMucho ánimo, y un beso muy fuerte
Muchas gracias Lydia, efectivamente, te tratan como a una inútil o loca cuando no tienen ni la más mínima idea de cómo duele. Menos mal que todavía sigue habiendo buenos médicos y yo por fin la encontré, a la doctora que me creyó y no se conformó con mirarme por encima. Un beso y mucho ánimo para ti también.
EliminarAmiga, te abrazo fuerte y te acompaño!
ResponderEliminarVenceremos. Te quiero siempre <3
Te quiero Pao preciosa, mil gracias.
Eliminarsiempre lo digo, a pesar de lo jodido, es mejor un diagnóstico horrible que la incertidumbre, al menos se puede empezar a hacer algo!
ResponderEliminaránimo en la lucha ><
Efectivamente, y gracias a Dios el diagnóstico no es grave, no es una enfermedad que vaya a matarme, sí es jodida, pero no mortal, así que ahora a luchar. Besitos y gracias Remorada!
EliminarHola, Bego, ¿cómo estás, guapa? Soy Mamen, de la facultad. Acabo de leer tu relato y me ha emocionado. Has descrito exactamente todo lo que yo también he pasado durante años incluidas visitas a médicos, pruebas, y el sentimiento de incomprensión.
ResponderEliminarTe cuento, a mi finalmente me detectaron endometriosis aunque es muy difícil de diagnosticar, mi única solución era operar, yo tenía muchas dudas porque no tengo hijos y por el tema de la menopausia precoz, pero finalmente no tuve más opción, me operaron el año pasado en noviembre y me extirparon útero, ovarios y trompas, tenía todo afectado por la endometriosis severa y el útero presionaba ya al recto, en fin... Desde entonces, la verdad es que mi vida tiene mucha más calidad, ahora estoy con otros dolores musculares que también he tenido siempre, cabeza y tal, pero ya no es el dolor continuo pélvico que tuve que soportar durante años. EN definitiva, Bego, si las pastillas te alivia adelante. Muchos besos y mucho ánimo y a ver si nos vemos y nos charlamos tranquilamente, de todas formas si necesitas hablar te paso mi móvil cuando quieras.
Hola Mamen,
EliminarFíjate, me dejas de piedra, no tenía ni idea. Gracias por contarme tu experiencia, aunque por aquí es difícil de poder expresar las cosas, puedo imaginar por lo que has pasado, sobre todo para tomar esa dura decisión de operarte. Me alegro de que hayas mejorado aunque siento que sigas con dolores de otro tipo. Yo voy a ver si esto me va bien y si no me plantearé la operación. Tengo tu móvil (creo), así que es posible que te llame para charlar. A ver si algún día volvemos a juntarnos...ya se hace tan difícil lo de quedar, han pasado muchos años. Un beso fuerte Mamen y gracias de nuevo.
Yo no te doy mi opinión, sino la de mi madre, que trabajó 13 años entre ginecólogos e investigadores y todos sostenían que en estos casos, cuando hay más dolor y problemas que alegrías en esa zona, es mejor tomar una decisión drástica y operar. Pero entiendo que es algo tan duro y personal que la decisión no se puede tomar a la ligera.
ResponderEliminarGracias por contarme la opinión de tu madre. De momento he empezado con las pastillas, prefiero no recurrir a la cirugía aunque no la descarto. Un beso!
EliminarBego, ya tiene nombre. Ahora a luchar con ello!! Mucho ánimo!
ResponderEliminarMuchas gracias Ruth, amiga, ahí estamos, luchando :)
Eliminarmenos mal que por fin han dado con lo que era, qué horror pensar en el no saber durante esos once años. mucho ánimo y a darle duro. aquí estamos para apoyarte.
ResponderEliminarun abrazo enorme
Muchas gracias Bego, sí ha sido un horror, pero al menos ya lo sé, y espero sea el comienzo del fin del dolor. Un abrazo!
EliminarSe que voy tarde pero no he sacado un rato para escribir hasta ahora.
ResponderEliminarY quiero gritar bien alto que no lo entiendo, no entiendo porque un mal que sufrimos más de la mitad de las mujeres es tan desconocido para los médicos especialistas, para muchos, afortunadamente no todos!!! Yo tenia 16 años la primera vez que oí la palabrita de marras, esto fue cuando el masajista del equipo del cole me dijo que estaba embarazada, notó un pedazo bulto en mi vientre, mi madre voló al médico de cabecera quien confirmó el "embarazo", solo había una pega, la virginidad. Así que me llevaron al gine, si era un embarazo necesitaba seguimiento y si no ver que era la cosa esa. Era un quiste de 27cm de diametro, operación, de las de verdad, la lamparoscopia no se daba por estos lares en aquella época. Fuera un ovario y a casa. Pastillita y revisión resolvieron el problema durante algun tiempo. Cuando los dolores eran más dolores y las reglas insoportables fui a otro gine que me dió pastillitas más fuertes y no le dió más importancia. Pasaron los años, doloridos, y decidí ser mamá, deja de tomar las pastillitas durante un año si no te quedas veremos que hacer dijo él, el hombre en el que yo deposité todas mis esperanzas. Pasó tiempo y nada, bueno, algo si, más dolores y más sangrados y más cosas raras. Busqué y busque y encontré una asociación de endometriosis en mi ciudada, fue mi salvación mental porque la salvación médica aún hoy no ha llegado. El gine de la asoción un solete, guapo, comprensivo, guapo, buen médico, guapo, conocedor del medio, guapo. Puso el grito en el cielo respecto a un año sintratamiento, vuelta al quirófano y fuera otro ovario... Ahora menopausia precoz y pastillitas diarias pero sin dolor constante y con mi niña negra que es lo mejor que me ha pasado.
Que desahogo!!!
La verdad es que me quedo helada de leer estas cosas, siento mucho por todo lo que has pasado, lo mío es una minucia en comparación.
EliminarMe alegro que tengas el dolor controlado y de que tu hija haya sido lo mejor que te ha pasado.
Gracias por contarme tu historia. Mucha fuerza.
Besos
Ahora toca luchar con fuerza y no sufrir. Ánimo que puedes con ella.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias maja, estamos en ello. Besos.
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